La Junta de Gobierno de Santa Cruz aprobará mañana el proyecto de la Casa del Carnaval chicharrero en el que ha trabajado desde enero el arquitecto municipal Elías Medina. El espacio elegido, como informó el periódico EL DÍA en enero, se localiza en una instalación construida en el viario del barranco de Santos, a las faldas del puente Galcerán, junto a las torres de Cristal y a 500 metros de la céntrica y carnavalera calle de La Noria.

La sede está ya edificada y rematada en su exterior, desde hace tres años, tiempo suficiente para ser víctima de actos vandálicos en su fachada; su interior está en estructura. Aunque este espacio fue ideado en el proyecto de Juan Manuel Palerm y Leopoldo Tabares de Nava para el viario del barranco de Santos como un centro de información de las especies vegetales y las características del lugar, a comienzos de este año el alcalde comunicó el cambio de uso y dedicarlo al Carnaval.

Desde entonces, el concejal de Obras y Servicios Públicos, Dámaso Arteaga -que en la década de los noventa fue responsable de Fiestas-, ha trabajado junto con el arquitecto municipal Elías Medina y el asesoramiento del consejero del Organismo Autónomo de Fiestas e historiador murguero Ramón Guimerá en hacer realidad un viejo anhelo de la ciudad: un museo para el Carnaval, una aspiración que se remonta a la década de los años setenta y que hasta ahora se les ha resistido a los gestores públicos. En casi treinta años de historia se ha planificado en tres oportunidades: dos en la calle de La Noria (primero en el Campo Castro, y luego en la sede de Mamelucos) y ahora, junto al barranco.

El gobierno local ha preferido ser práctico y poner en marcha la Casa del Carnaval en una instalación de una planta de casi dos mil metros cuadrados, que multiplica la superficie exterior, con jardines y paseos. En la Casa del Carnaval se habilitan tres espacios. La entrada se realizará por el centro del edificio. A la derecha, una pequeña tienda de artículos de Carnaval y una cafetería. En el lado cercano al mar, una sala multidisciplinar con 80 butacas, y un pequeño almacén, un lugar pensado para sorteo de grupos, presentaciones de libros, tertulias o conferencias, grabaciones, proyecciones. En la zona más próxima al Galcerán, un espacio diáfano para muestras de disfraces, exposición de carteles. Completa el proyecto la instalación de pantallas interactivas para navegar en la fiesta.

La Casa del Carnaval es una instalación ya construida y para la que ya se ha asignado 1,1 millón de euros con el que, con la aprobación del proyecto, se sacará a licitación la obra del interior para comenzar en febrero los trabajos, que podrían finalizar a final del próximo verano. No se trata de un gran museo, sino de un expositor del Carnaval. La obra está; falta ahora qué exponer y cómo se gestionará, pues este espacio no está ideado para almacenar, sino para gestionar colecciones, por lo que jugará un papel fundamental la colaboración de grupos y coleccionistas. Antes, el equipo de gobierno deberá decidir qué departamento municipal gestiona esta importante oferta. Mañana, a las 17:30 horas, los gestores informarán a los grupos del proyecto de la Casa del Carnaval horas después de aprobarlo.