El consumo habitual de frutos secos reduce en un 29 por ciento la posibilidad de muerte por enfermedad cardíaca, según han expuesto hoy varios expertos el III Congreso Mundial de Nutrición y Salud Pública.

En el simposio "Los frutos secos en la salud y la enfermedad", organizado por el Consejo Internacional de Nueces y Frutos Secos, se han presentado nuevas conclusiones sobre el efecto del consumo de estos productos en la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la degeneración cognitiva y la mortalidad.

El profesor Jordi Salas, de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, ha afirmado que "el consumo de frutos secos tiene un efecto beneficioso en la salud cardiovascular, un efecto atribuible a su composición nutricional única con altos niveles de ácidos grasos monoinsaturados, fibra, minerales y vitaminas".

Esta concentración de nutrientes podría explicar que "los frutos secos protegen el sistema cardiovascular y tienen efectos beneficiosos contra estas enfermedades que son la primera causa de mortalidad", ha explicado.

El consumo de frutos secos también tiene efectos positivos en el control del síndrome metabólico, que es el conjunto de al menos tres factores de riesgo cardiovascular relacionados entre sí (obesidad central, presión sanguínea alta, elevada concentración de triglicéridos, niveles de colesterol bueno bajos e hiperglucemia o diabetes, entre otros).

El síndrome metabólico incrementa el riesgo de la persona a sufrir diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, siendo estas últimas la principal causa de mortalidad en todo el mundo con 17 millones de muertes al año.

En la ponencia "El papel potencial de los frutos secos en las funciones cognitivas", el doctor Joan Sabaté, de la Universidad de Loma Linda en California (EEUU), ha disertado sobre el papel potencial de los frutos secos en la prevención de la degeneración cognitiva.

El estudio que dirige actualmente "pretende demostrar que el consumo regular de nueces previene el declive cognitivo relacionado con la edad que se da en personas mayores, centrándose en los factores nutricionales de este fruto seco y en sus efectos".

Otro de los ponentes, la doctora Ying Bao, de la Universidad de Harvard en Boston (EEUU), ha hablado de la relación entre el consumo de frutos secos y la mortalidad.

Las conclusiones de su estudio indican que un incremento en el consumo de frutos secos está directamente relacionado con una reducción de la mortalidad total y por causa específica, excluyendo otros indicadores.

Uno de los datos más relevantes, en palabras de Ying Bao, es que "las personas que consumían frutos secos cuatro o cinco veces por semana presentaban una reducción del 29 % de la mortalidad por enfermedades cardíacas."

El doctor Cyril Kendall, de la Universidad de Toronto (Canadá), presentó en su ponencia los últimos datos que demuestran el efecto protector del consumo de frutos secos en la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2, recogidos en el estudio "Los frutos secos como sustituto de los carbohidratos en la dieta diabética".

Entre otros, los resultados del estudio muestran cómo "el consumo diario de frutos secos mejora el control glicémico y el nivel de lípidos en sangre en los pacientes con diabetes tipo 2", ha dicho.