Así es imposible”, se lamentaba un jugador del Tenerife sobre el mismo césped del Heliodoro Rodríguez López justo después del gol de Ion Vélez que adelantaba al Deportivo Alavés el pasado domingo. El enésimo error de un portero blanquiazul hizo estallar el debate. Son ya ocho puntos menos por fallos impropios del nivel requerido para defender una portería de Segunda División A. La cuestión no es Jacobo Sanz o Roberto Gutiérrez. La cuestión es la portería, puesto que los dos han fallado durante su estancia como titulares.

El portero vallisoletano debutó en Ponferrada con un error a la salida de un córner lanzado por Pablo Infante. El partido acabó uno a cero y los de Cervera no pudieron estrenar su casillero de puntos en El Toralín. Seis días más tarde, el recién ascendido Albacete se adelantó en el marcador con un gol “que hubiera parado mi hija”. Eso dijo Jacobo haciendo autocrítica al día siguiente. Tanto que hasta ofreció la posibilidad de marcharse a menos de 24 horas para el cierre del mercado.

Ante Gironay Mirandés cumplió sin sobresaltos, pero dos faltas parables en Valladolid le condenaron al ostracismo. Eso y su oportuna lesión, justo en la semana del derbi ante Las Palmas. Desde entonces, sigue recuperándose y podría estar disponible ya esta misma semana. Los rumores sobre su posible salida en el mercado de invierno se han disparado, pero él se ha mantenido en silencio desde que entró en el parte médico.

Roberto se estrenó con una actuación notable en el clásico del fútbol canario y no tuvo responsabilidad en los goles encajados ante el Leganés. A partir de ahí, el desastre. Colaboró en el 0-1 del Recreativo al no cerrar su palo; se le escapó el balón por debajo del cuerpo en el 3-2 definitivo ante Osasuna en Pamplona; no acertó en su salida propiciando el 1-1 del Zaragoza y se venció ante un tiro lejano de Vélez el pasado domingo.

El balance de los dos guardametas deja ocho puntos menos para el Tenerife que, en el fútbol-ficción, le situarían quinto en la clasificación y a solo tres del ascenso directo. Como ya no volverán, Cervera piensa ya en no regalar más y debe plantearse si arriesgar con un portero sin experiencia en Segunda A (Carlos Abad-Hernández), mantener a Roberto o esperar la recuperación de Jacobo para darle una segunda oportunidad. “No podemos tener jugadores en la plantilla pensando que no van a jugar nunca”, dijo el técnico antes de dar la alternativa al icodense en la previa del Ponferradina-Tenerife de la pasada temporada. Entonces, arriesgó y no le salió mal. Tendrá que valorar ahora si se dan los mismos condicionantes o la decisión es otra.