"¿Cómo se les ocurre empezar la misa sin el clero?". La simpática frase de un miembro de Los Curas, que llegaron tarde, podría resumir el acto de presentación a los grupos del Carnaval de la que será su "Casa" en el viario del barranco de Santos, donde estaba previsto el centro de visitantes en el diseño de los arquitectos Tabares de Nava y Palerm.

Apenas una docena de carnavaleros, entre personajes y representantes de grupos, formaron parte de la treintena de personas -añadir a políticos, medios de comunicación, asesores y miembros de Protección Civil- que acudieron al acto convocado por Servicios Públicos y Fiestas para explicar los detalles técnicos de un inmueble de 2.000 metros cuadrados que pretende ser espacio carnavalero "los 365 días del año". El edil de Obras, Dámaso Arteaga, valoró el millón de euros de presupuesto (1.092.974,39 para ser exactos) y el momento idóneo para presentar esta vieja aspiración de la gente del Carnaval. Eso sí, siempre como una casa, no como el museo ansiado y prometido.

La tarde era fría y el horario laborable no ayudó, pero sorprendió la escasísima participación de los protagonistas. También faltó el alcalde, al que disculpó Arteaga, por encontrarse enfermo. Un clásico como Esteban Reyes bromeaba desde la óptica de quien ya tiene 76 años y 50 "febreros" a la espalda: "Vayan rápido que va a llover" (lo hizo después) o "hiciste la reunión y no pusiste la paella".

Bromas aparte, Dámaso se afanó en explicar a tan escaso auditorio los detalles del inmueble, "un reto para mí que quería devolverles lo que me dieron en seis carnavales". No aclaró casi nada sobre la gestión o el mantenimiento. "Eso se verá", dijo.

Ensalzó el emplazamiento, igual que el edil de Fiestas, Fernando Ballesteros, a publicitar, por cercano a La Noria para también atraer a los visitantes y dar por fin un enfoque "industrial" y de generación de riqueza al Carnaval de Santa Cruz.

La respuesta no fue del todo negativa por parte de los (pocos) que estuvieron ayer, aunque la clave, insisten, "está en llenar este espacio, darle vida como si fuera esa casa. Se trata de una primera piedra y queda mucho por hacer".

El arquitecto responsable del proyecto, Elías Medina, detalló los datos técnicos: salón para 90 personas, gran sala de exposiciones, cafetería, paneles informativos, grafiti y escaparates a la entrada... Una primera planta diáfana y la posibilidad de habilitar otra superior.

Ya tenemos el continente, solo nos falta el contenido.