Es el mejor ejemplo de que la diabetes (en su caso del tipo I) no es una enfermedad incapacitante si se aprende a controlarla y se lleva un estilo de vida saludable. Convive con ella desde hace 44 años y hoy, con motivo del Día Mundial de la Diabetes, reconoce que cuando mira hacia atrás y compara cómo eran los tratamientos antiguos y los actuales le parecen "ciencia ficción". Vicente Darias es el vicepresidente de la Asociación para la Diabetes de Tenerife (ADT) y quiere ayudar a los niños que debutan en esta enfermedad (y también a sus padres) para que pierdan el miedo y sepan que tener una vida plena y normal es posible aunque se tenga diabetes pero, hasta llegar aquí ha tenido que atravesar un largo camino que empezó cuando tenía solo cinco años.

"Tengo tres hermanos y solo yo soy diabético. A mi madre le dieron la noticia tan mal que incluso le dijeron que me iba a quedar ciego. Era otra época, claro. Tuve una vida diferente a la de mis amigos y hermanos, porque no me dejaban hacer muchas cosas, pero sentía que sí podía hacerlas y que nada me limitaba. Con el tiempo lo he demostrado. No hay nada que no haya podido hacer si verdaderamente lo he querido hacer", comenta mientras se ríe y recuerda que "si estaba en el banquillo más que en el campo era porque era muy malo jugando, no porque tuviera diabetes".

"Si en los años 70 me dicen lo que iba a haber en 2014, antes me hubiera creído que Superman vuela con una capa. Los avances han sido abismales en tratamientos médicos y farmacéutico. Por ejemplo, yo me pinchaba con jeringas que tenía que hervir en un cacito que había para mí en mi casa y había una aguja de cristal que dolía y cuya cánula terminaba cogiendo cal. No había mediciones de azúcar y era todo a ojo. Las insulinas producían picos y luego iban bajando y organizabas tu vida en base a esos picos. Hoy en día se hace la vida como tú quieres y te pinchas con una aguja de cinco milímetros que es como un alfiler. La tecnología también es alucinante, eso de que haya bombas de insulina con monitores de glucosa. Es lo más parecido a un páncreas", narra.

Pero, ¿cómo explicarle hoy en día a un niño que tiene diabetes y que no hay una causa que explique por qué él sí y otro no?.Para Darias "cuanto más son pequeños son es mejor porque no se cuestionan demasiado, pero en la adolescencia sí y se revelan más. El debut en niños es bueno cuanto más pequeño se es porque se adaptan en seguida. De adulto ya tienes hábitos hechos y cuesta más cambiar y de adolescentes es un caos porque se mezclan el choque hacia todo tipo de normas con las nuevas que hay que seguir".

Respecto al futuro, muchos expertos aseguran que la cura de la diabetes está próxima porque hay varios estudios muy avanzados, algo que Vicente Darias desea "con toda el alma", pero si tarda en llegar no parece que le vayan a cambiar demasiado los planes de futuro.

"Reconozco que tengo temor porque no sé qué me va a pasar, pero eso nos pasa a todos, tengamos diabetes o no. Cuando tenía 20 años me preocupaba mucho pensar cómo serían mis 40 y ahora tengo 49 y pienso en los 80, pero tengo una buena calidad de vida, soy una persona activa y no veo por qué no han de quedarme otros 15.000 días más tan buenos como estos".