Un economista -y abogado fiscalista especialista en el Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF)-, José Ramón Barrera, y un periodista, Antonio Salazar, analizan la fiscalidad isleña en el libro "Cómo hacer de Canarias un caso de éxito" desde una perspectiva crítica. Tras repasar los aspectos que consideran fallidos en las herramientas tributarias de este mecanismo concluyen que es necesario bajar los impuestos y extender el REF hasta al ciudadano común.

Barrera explica que desde 1994, cuando se aprobó la norma "matriz" que lo configura en su estructura actual, el REF viene manteniendo los mismos mecanismos -Reserva para Inversiones en Canarias (RIC) o la Zona Especial de Canarias (ZEC), entre otros- que ya no son efectivos como fórmula de compensación fiscal para las Islas o que bien han perdido su eficacia en gran medida.

"El REF se ha reformado varias veces desde entonces al renovarlo, pero se echa en falta la inclusión de otras posibilidades que compensen la lejanía, la fragmentación del territorio y la escasez de recursos naturales de forma real", lamenta. Y es que está convencido, como también Salazar, de que el REF actual "no compensa" ninguno de esos aspectos.

Parte del planteamiento que exponen ambos es que Canarias debería aspirar a un régimen tributario similar al que disponen Ceuta y Melilla -que disfrutan de un beneficio fiscal del 50% sobre todos los impuestos- y que, además, llegue a toda la población sin excepciones.

Esto es, por una parte, que no se limite a las empresas a través de los beneficios obtenidos. Se trata de un aspecto que ya originó en los meses pasados un debate intenso cuando el Gobierno regional preparaba la propuesta a negociar primero con el Ministerio de Hacienda, y luego en Bruselas, al entender los agentes económicos que, con la crisis, la mayor parte del tejido empresarial ya no generaba ingresos que le diera sentido a ese mecanismo: si no hay ganancias -la mayoría las disminuyó o perdió con la crisis- tampoco disfrutan de un tratamiento diferenciado.

Pero además, ambos autores plantean que el REF debería extenderse, incluso, a las personas físicas. La manera en que debería hacerse, explica Barrera, es siguiendo la fórmula ya establecida en el Registro Especial de Buques y Empresas Navieras para las tripulaciones: reducir el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) al 50%, entre otros aspectos.

Ambos expertos han analizado los regímenes impositivos que existen en países como Irlanda, que ha registrado en los últimos años un crecimiento "importante" y que muestra, de forma simultánea, tanto una baja fiscalidad como una "gran" libertad en el aspecto económico. Pero no es el único ejemplo analizado.

También se dan ambas circunstancias -tributación reducida y apoyo a la iniciativa privada- en otras economías "exitosas", como Singapur -"importante plaza para grandes empresas"-, Tel Aviv -"destino codiciado para jóvenes emprendedores de todo el mundo"- o Santiago de Chile -"economía sólida y en expansión"-.

El abogado destaca que todos esos territorios tienen una cosa en común: la coincidencia de una política de medidas no intervencionistas y de respeto a la libertad individual.

"Si Canarias tuviera algo parecido a eso en vez del REF actual, que ha agotado su eficacia, la economía canaria estaría en otra situación", sostiene.

Ambos creen que alcanzar un mecanismo como el que proponen no tiene por qué ser una labor imposible. "Ya hay un REF, no es que partamos de cero", indica Barrera.

Si no existiera un régimen específico para las Islas, añade, sería "más arriesgado" llevar a cabo su planteamiento. "Pero al tenerlo, hay que intentar desarrollarlo ampliando sus efectos más allá de los beneficios empresariales".

En esta línea, concreta, el IRPF "no debería" ir más allá del 17% y propone la colaboración de los actores económicos para "luchar" contra la imagen del REF en las Islas "como un privilegio de los empresarios". Por ello, ven "clave" que se extienda al "ciudadano común".

Revisión cuestionable

Barrera lamenta que la propuesta de renovación del REF que el Gobierno canario elaboró para negociar en Madrid primero y en Bruselas después no se haya aprovechado para hacer una revisión "de verdad".

Lo que se conoce de la propuesta, "puesto que nadie la llegó a ver y solo se sabe lo que el propio Ejecutivo contó que incluiría", resultará al final en un cambio de "color" del vehículo que debería servir para impulsar la economía regional, "pero el motor es el mismo, y era lo que había que modificar".

El experto lamenta la continuidad de aspectos como la RIC, el IGIC y la ZEC "en los mismos términos actuales" sin incluir un cambio de "paradigma" en el mecanismo fiscal.

"El Gobierno ahora propone bajar los impuestos a las personas con ingresos menores a los 57.000 euros, señala, pero esa limitación "no se entiende; debería ser para todos", sostiene al margen del criterio de progresividad que defiende el Ejecutivo regional.