Como ya saben, el otro día presenté mi libro “Todos los magos son del Barça” en el Casino de los Caballeros. Qué rato tan agradable y qué atinadas palabras de su presidente, el doctor José Alberto Muiños. Estuvo allí todo el mundo, lo cual agradezco, y algunos amigos que no pudieron estar, sobre todo por miedo al mal tiempo, me han llamado o whatssapeado. Una señora que compró tres libros y me pidió tres autógrafos, muy amable, me dijo: “Lo mejor de usted es que escribe igual que habla; es su principal virtud”. Lo agradezco. En realidad, para quien escribe todos los días, lo principal es acertar con eso que llaman lenguaje coloquial. Es decir, no perderse en circunloquios. Estoy muy contento con la aceptación del libro, aún sin llegar a las librerías, lo que ocurrirá la semana próxima. Cuando escribí esta última entrega del mago lo hice sin demasiada fe, pero reconozco que me ha salido un buen relato y que las fotos del libro son la mar de originales.

2.- En el hall del Real Casino –asistía al cóctel homenaje al doctor Arturo Soriano, a quien envío un abrazo–, me encontré con mi amigo Harry Friend y con su esposa, Philippa. Harry se ha jubilado de la docencia –es catedrático de Traumatología– y muy próximamente de la consulta. Ahora quiere disfrutar de sus tres hijos y de sus cuatro nietos, que bastante ha trabajado en su vida. Mi agradecimiento hacia él es eterno y él lo sabe. Harry es un crack doblemente: como persona y como médico. Nunca olvidaré lo que hizo por mi familia. Ha creado escuela y su sabiduría estará siempre presente en la Facultad de Medicina y en el Hospital Clínico. Un abrazo muy fuerte, amigo. Tenemos que vernos para repasar todos estos años.

3.- Tengo que agradecer también a Raquel Gutiérrez todo el cariño que pone en los actos que me organiza el Casino, del que ella es gerente. Raquel es hija de mi amigo Santiago Gutiérrez, toda una institución en esta sociedad, en la que lo fue todo durante tantos años. Aunque llevo más de treinta libros a mis espaldas, cada vez que aparece uno disfruto como el primer día. Además, “Todos los magos son del Barça” está primorosamente editado por Litografía Romero, unos maestros. Litografía siempre fue como mi casa, desde que, siendo sorchi, le llevaba a Manolo del Pino la revista militar “Atlántida”. Largas mañanas de charla con Diego García Soto. Y, más tarde, con Renato, con Carmen, con Mercedes Fernández, que es sabia en la preimpresión; Pepe Clemente, en las máquinas; y, cómo no, con el director comercial, Nazario Hernández. Gracias a Nazario ha salido este libro a tiempo, por la lata que me dio. En fin, un abrazo a todos.
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