La cooperante española de Médicos Sin Fronteras que viaja desde última hora de la tarde de ayer hacia España procedente de Malí para ser tratada en el Hospital Carlos III de Madrid es una persona joven que no presenta ningún síntoma, a pesar de lo cual el Gobierno ha decidido aplicar el protocolo de seguimiento activo durante los próximos 21 días.

El portavoz del Comité Científico creado por el Gobierno para gestionar la crisis, Fernando Simón, informó desde el Palacio de la Moncloa que el avión de la cooperante salió de Bamako de madrugada y estaba previsto que llegase a Madrid "a primera hora" de hoy.

La médico navarra estaba poniendo una inyección a un enfermo de ébola y se pinchó con la aguja. Al tratarse de un contacto de alto riesgo, Médicos Sin Fronteras decidió trasladarla a Madrid utilizando el seguro médico de la ONG. El Ministerio de Defensa, por su parte, ofreció el avión medicalizado utilizado en anteriores ocasiones.

Al estar dentro de las primeras 48 horas de contagio, la cooperante no ha desarrollado ningún síntomas de ser poseedora del virus ni tampoco hay todavía riesgo de que pueda transmitirlo a otras personas. Tampoco se pueden hacer, de momento, pruebas concluyentes que descarten la incubación.

El portavoz del comité científico declinó dar más detalles personales sobre la cooperante y añadió que "no es fácil" especificar la probabilidad de infección al tratarse de un contacto directo con un paciente en Malí que sí ha dado positivo por ébola. Simón ha explicado que, a pesar de que la estadística científica en estos casos no arroja datos fiables, el contagio "por ruptura de piel" tiene en principio una "alta probabilidad" de infección posterior. De ahí que el Gobierno haya decidido activar un protocolo de aislamiento "similar" al aplicado con Teresa Romero, la enfermera contagiada al tratar al cooperante Miguel Pajares y que ha conseguido vencer al virus del ébola.