El presidente del Cabildo de La Palma, Anselmo Pestana, reconoció que estas obras "no son las definitivas ni las óptimas para la zona", pero aun así "sí permitirán un tráfico más fluido y, sobre todo, se estima que disminuirán sensiblemente el índice de peligrosidad del nudo, catalogado como el punto negro de la red viaria insular desde hace casi tres lustros". El responsable de la institución insular dejó claro que "no se renuncia a una soluición más adecuada", debido a la importante densidad del tráfico en el cruce, de entorno a 18.000 vehículos al día. No obstante, "bajo las limitaciones económicas, se plantea la actual solución que se traducirá en mejores en un enlace altamente peligroso". Por su parte, el responsable de Infraestructuras dijo que en el año 2011 se solicitó colaboración al Gobierno de Canarias para realizar actuaciones de mejora, "sin respuesta", por lo que el Cabildo de La Palma la impulsa con fondos propios.