He tenido la oportunidad y el honor de asistir, en la iglesia de Santiago, de Madrid, a la misa conmemorativa de la fundación hace 94 años de la Legión, al propio tiempo que funeral de los miembros de la Hermandad fallecidos el pasado año, y entre ellos el que fue capitán general de Canarias, teniente general, Jesús González del Hierro, soldado que obtuvo la Medalla Individual Militar en el frente de Aragón (4ª Bandera de la Legión). Luego en la División Azul (Leningrado), tras haber pasado por la Academia General de Toledo. Me impresionó al ambiente religioso y patriótico, no sólo por el protocolo típico legionario, sin discursos grandiosos elocuentes. Fue suficiente la homilía del párroco, joven, que glosaba al final el "Soy el novio de la muerte", y con el que conversé unos minutos en la sacristía.

Desde la fundación de la Legión han pasado muchas cosas en España. Y de las más recientes sería todo ese proceso de la transición, que se ha ido cubriendo con esperanzas y con riesgos. No apelo, por ejemplo, a la cita de Pérez Maura, subdirector de Abc, al esbozar en su artículo "Como en la República Francesa, por favor" (Abc 14-6-2014), ciertos signos de desacralización en España. Tampoco quiero entrar, pero sí anotar, que el secretario general del PSOE se asoma a una pista laicista al referirse a los acuerdos con la Santa Sede y a la libertad religiosa; a su postura sobre el aborto y la maternidad; e incluso sobre la eutanasia.

No parece que la vida y el espíritu sean lo primero en el "ser" de los españoles. Sin que el PSC haya tomado una postura clara sobre Cataluña. Precisamente cuando en Madrid el general Prim es elogiado como "unificador de Cataluña y España".

También en la educación seguimos sin enderezar los caminos que nos llevan a situarnos en la cola de los sistemas educativos europeos. Recuerdo una entrevista de Mara Elósegui Pangle ("Atlántida", marzo 1993), sobre "Educación para la democracia", de plena actualidad para nosotros.

Y, retrospectivamente, el "sermón" de la cobardía entre los cristianos y los no poco políticos o ciudadanos españoles, al rememorar la fundación de la Legión, en el año 2014. Me ha hecho pensar y rezar por la esperanza.

En el altar mayor brillaba el Santiago a caballo con la espada en ristre. Frente a la cobardía de algunos políticos españoles que han paralizado el aborto. Y no son musulmanes. Por ahí vendrá, si no se aclara, la deserción de no pocos votantes del PP. Y quedarán los pusilánimes o los cobardes. Dios nos ayude.

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