1.- Ya escribí una vez, y además mostrando mi sincera admiración, del pequeño Nicolás. Pero ahora, dentro del maravilloso ámbito de la España de pandereta, y tras haberlo escuchado en Tele 5, Fran, que este es su nombre, es mi ídolo. Con 20 años ha toreado al Estado y ha provocado dos notas oficiales, una de la Casa Real y otra de la Oficina de la vicepresidenta del Gobierno. Yo creo mucho más a Fran Gómez Iglesias que a la Casa Real y que a Soraya Sáenz de Santamaría. Esto lo tengo claro. Si el pequeño Nicolás no es nadie no lo detienen seis miembros, ¡seis!, de la brigada de Asuntos Internos de la Policía, en la confluencia de Zurbano con Martínez Campos y lo encarcelan 72 horas; si el pequeño Nicolás fuera un mindundi, la fiscal no hubiera pedido prisión provisional incomunicada y sin fianza para él, que la jueza actuante no atendió. Oiga, aquí hay algo. Aquí hay tomate. ¿Quién se quiere quitar de en medio a este "Charly" (agente informador) del CNI? Aquí está pasando algo, sin duda, aquí se está moviendo el magma bajo los cimientos del Estado.

2.- Digo siempre que no olvido que esta es la España de Rinconete y Cortadillo. Claro que no lo olvido, faltaría menos. Y cada vez lo es más. Pero este chiquillo me ha emocionado, cuando lo vi el sábado en televisión, solo, contestando a las preguntas de los periodistas. Sin una sola contradicción, con voz firme, cara de buena persona y, desde luego, con un coeficiente intelectual superior al de la media de los españoles. ¿Se ha metido en un lío? Puede ser, pero una de las periodistas que lo entrevistaron le dijo, con algo de ingenuidad, que en este momento era la persona que más segura podía vivir en España. Que no se fíe, que en este país hay mucha mala leche.

3.- Este chico es cada día más crack. Ha concitado la atención del país, anteayer fue trending topic -tema del momento- en España. Y puede destapar tramas interesantes, que sólo ha esbozado. Nadie es invitado por casualidad a la recepción de toma de posesión del nuevo rey; a casi nadie llama por teléfono el ex rey Juan Carlos; a nadie cualquiera besa y le da las gracias por sus gestiones la infanta Cristina; nadie entra por el CNI como Pedro por su casa; a nadie lo mandan a detener con tres coches y seis miembros de la brigada de Asuntos Internos. Aquí hay gato encerrado. Y me da que el gato va a salir pronto de su madriguera. Es mi ídolo el pequeño Nicolás.

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