Maribel Verdú, Carmelo Gómez y Ginés García Millán forman parte del reparto de la película "La punta del iceberg", que se está rodando en Madrid partiendo de la obra teatral del mismo nombre del dramaturgo palmero Antonio Tabares, un texto galardonado con el Premio Tirso de Molina 2011 y que se estreno en el teatro Abadía de la capital, bajo la dirección de Sergio Belbel.

El guión de la película tiene su base en la obra teatral, con la que la compañía tinerfeña Delirium Teatro logró un Premio Réplica 2012, aunque ha contado con la autorización del autor para que el director del filme, David Cánovas, pueda adaptarla al cine. El rodaje se ha iniciado este mes de noviembre, con otros actores como Fernando Cayo, Álex García, Bárbara Goenaga o Jesús Castejón, y se prevé que se pueda estrenar en la primavera del próximo año.

"No me podía ni imaginar que la obra fuera a tener tanto recorrido". Tabares, modesto y con una risa que parece eterna, admite que la trayectoria de "La punta del iceberg" está por encima de sus mejores expectativas, aunque en el fondo la película "no es un proyecto mío". Es más, "no conozco el guión". El director le ofreció la posibilidad de participar en la adaptación de su trabajo al cine, pero decidió no aceptar porque "no me veo reescribiendo un texto que ya he dado por finalizado. Además, es otro genero distinto". Eso sí, permitió a Cánovas que hiciera los cambios que entendiera oportunos "para que la película sea lo mejor posible".

La historia nace cuando el autor vio una noticia que narraba en 2007 el suicidio de tres personas en una multinacional francesa. "Sabía que había una historia", que curiosamente comenzó a plasmar en papel "en un taller de escritura" en el que participó como alumno. Se documentó de lo que allí había ocurrido y lo entremezcló con lo que vive en su imaginación. Tabares habla con cierto distanciamiento, aunque con pasión, de "La punta del iceberg". Quizás tan solo sea una mera impresión del entrevistador, pero se le va más inmerso en sus nuevos trabajos. No quiere quedar atrapado en el iceberg. Es más, "no sabría decir si en realidad es mi mejor obra (...). Hace cuatro años que la escribí y ahora estoy en otros proyectos", sentencia.

Tiene ganas, como no podía ser de otra manera, "de ver la película. Iré como un espectador más", aunque en el fondo sepa que el films es, al menos, medio "hijo" suyo. También le apetece ir a algún rodaje, "pero ahora en noviembre no puedo". Al menos tiene la esperanza, incluso la ilusión, de que "sea una buena película y que a la gente le parezca interesante".

Además de pasar por un teatro de renombre y llegar al cine, "La punta del iceberg" ha sido traducida al italiano y al serbio, además de estar sobre la mesa otras traducciones. Sí, un éxito.