El cometa 67P/Churiúmov-Guerasimenko, protagonista de la misión Rosetta, ha repuntado en su actividad y se ha registrado una mayor eyección de gas y polvo de su superficie. Según ha informado la Agencia Espacial Europea (ESA) esto se debe a su acercamiento al Sol.

Este nuevo flujo constante de gas y polvo ha sido capturado por las cámaras de la nave y los científicos ya están haciendo un análisis de las imágenes. No se descarta que este fenómeno se pueda deber a una "atmósfera" en desarrollo alrededor del cometa, aunque las imágenes no son claras al respecto.

La ESA ha indicado que "hay indicios de una atmósfera difusa cerca de la superficie del cometa visto a lo largo de los bordes iluminados, pero esto podría ser debido a la dispersión en la óptica del instrumento NavCam". "El gran número de pequeñas manchas blancas en la imagen son posibles motas de polvo u otros objetos pequeños en las inmediaciones de la cometa", ha aclarado.

Mientras la ESA sigue estudiando cómo encontrar un lugar de descanso final para el módulo de aterrizaje Philae, la nave Rosetta continúa las operaciones normales que tenia previstas y mantendrá un seguimiento al cometa durante todo 2015. Se convierte así en el primer orbitador que se quede cerca de un cometa y que permitirá obtener datos e imágenes sin precedentes.

Será la primera vez que los expertos vean de cerca el cambio que se produce en un cometa a medida que se va acercando al calor del Sol y cómo afecta esta situación a sus partículas.