Mañana ofrecerá varias pinceladas de su repertorio en el concierto que tendrá lugar a las 22:45 horas en la plaza de la Concepción de La Laguna. El argentino Ariel Rot (1960), una de las ofertas musicales de la Noche en Blanco, afirma que no está por la labor de grabar un disco a cualquier precio, que hace tiempo que no escucha algo que le llame la atención, que no tiene una metodología fija a la hora de escribir una historia... El ex-Tequila y Los Rodríguez habla sin red de un oficio que le apasiona.

¿Por qué se está demorando su nuevo disco?

El último que hice fue "La huesuda" y es cierto que ese trabajo ya tiene su tiempito... Los dos últimos discos que grabé fueron muy buenos y el listón quedó alto. No quiero cumplir con ese clásico del rock and roll que consiste en llegar rápido a la cumbre y luego deteriorarse a toda prisa.

¿Teme que lo que está por llegar no esté a la altura de esos dos trabajos?

No es eso, pero digamos que estoy llevando un estricto control de calidad. He decidido dejarme llevar por la música...

¿Pero siente que el público quiere escuchar algo nuevo?

Los fans son los primeros en agradecer un material novedoso, pero a estas alturas no tengo esa presión. Creo que también serán muy felices si cuido el material que les voy a entregar.

En todo ese planteamiento se percibe algo de "delicatessen", ¿no?

Me gustan los buenos finales. Una carrera tiene que ser como un buen libro o como una gran película, es decir, que hay que cuidar mucho el final. Con esto no digo que esté en el ocaso de mi carrera, simplemente, que me niego a rebajar el nivel. ¡De vez en cuando cae algún tequilazo!

¿Aún le persiguen "fantasmas" musicales del pasado?

Tequila ya quedó muy atrás, pero esa es una etapa que nunca voy a olvidar. Aquello fue un regalo que me dio la vida, porque no muchos tienen su propia banda siendo tan joven. Lo disfruté todo lo que quise, pero también tuve el acierto de parar en el momento más adecuado.

¿Un referente como usted en la revolución musical que se dio en España en los 80 no echa de menos algo más novedoso tres décadas y media después?

Mi conocimiento de la actualidad musical no me permite hablar con autoridad del tema, pero por distintos motivos no sé por qué la escena musical de hoy no acaba de despertar mi curiosidad. Todo empieza por ahí. ¿Cómo demonios voy a conocer la escena si no me encuentro con una banda que reclame mi atención para que investigue sobre ella? Escucho cosas cuando pongo la radio, pero en los últimos años no ha salido nada que me conmueva; que me cause sorpresa.

¿Esa ausencia de sorpresa está asociada con el momento cultural que vivimos?

En primer lugar, creo que arte no debe involucionar definitivamente. Yo prefiero pensar que esto es fruto de una situación puntual por la que estamos pasando; un ciclo grave pero aún salvable. Eso sí, lo peor de la crisis cultural es el borreguismo que han originado. Estamos ante un mercado que exige que se repitan unos patrones para alcanzar el éxito, aunque estos sean una auténtica basura. Si un creador cae en esa dinámica al final se va a encontrar con más de lo mismo, pero de peor calidad. En la música, por ejemplo, más allá de una calidad instrumental, echo de menos voces propias que tengan algo que decir: faltan discursos que me exciten.

¿No será por una escasez de mensajes que transmitir a la ciudadanía?

Siempre los hubo y cuando no estaban se inventaban, pero también se puede dar la otra situación: Lou Reed contaba que no todas las cosas sobre las que escribía le habían ocurrido a él, pero muchas veces la gente no sabe diferenciar a la persona del personaje.

¿Y Ariel Rot sabe establecer esa diferencia a la hora de buscar un tema?

Yo no busco mis canciones; no tengo ni paciencia ni es mi estilo. Ellas vienen solas; yo solo las escribo...