Cuando Silver me abrió la puerta, él estaba de espaldas, agarraba un bajo de color marfil y no dejó de tocar hasta que el cantante de Familia Real paró el ensayo para dar una indicación. "Tocamos dos más y paramos". A la guitarra estaba Edui Bercedo, en la batería, sobre una plataforma amarilla, Pistol y en una segunda línea, de oyente, apareció la inequívoca silueta de Fafe, uno de los componentes de Brutalizzed Kids. Endika Zulueta, abogado de profesión, se reencontró el pasado fin de semana en Tenerife con sus compañeros para repasar los temas que interpretarán en los conciertos que ofrecerán el 5 y 7 de diciembre en las dos capitales canarias.

Es probable que muchos no tengan una referencia suya de su paso por una de las formaciones claves para entender el calado real de la escena punk en Canarias. Puede, incluso, que solo les suene por una actividad profesional que más de una vez lo situó en el punto de mira de jueces, periodistas y ciudadanos en general, pero el donostiarra Endika Zulueta es el mismo con la toga o el bajo con el que viajó el pasado fin de semana a Tenerife, isla a la que llegó cuando tenía 17 años. "Mis padres se separaron y mi madre decidió irse lo más lejos posible de él", recuerda.

En una sobrexposición mediática le tocó ser el abogado defensor de oficio de Rabei Osman, "El Egipcio", señalado como supuesto cerebro de las explosiones que se dieron en Atocha en los atentados del 11M, que fue absuelto de aquel proceso y que en la actualidad cumple condena en Italia por su pertenencia a banda armada.

Zulueta saluda de manera distendida. No tengo claro de que esté al tanto de mis intenciones, pero no pone ni una sola pega a un intercambio de impresiones que se inicia bajo la amenaza de un temporal de viento que empieza a remitir. "Lo bueno del punk es que sin saber tocar un instrumento, con un poco de voluntad y algo de energía se pueden conseguir muchas cosas", refrenda el vasco segundos antes de rememorar su primer encuentro con Silver. "Yo estudiaba COU en el Andrés Bello y un día iba por la calle con una camisa de Johnny Rotten (vocalista de Sex Pistols) cuando me crucé con él. Silver me preguntó si sabía tocar el bajo y yo le dije que no. Su respuesta fue: no importa, ya aprenderás".

De esa forma tan surrealista se produjo su desembarco en Familia Real mientras planificaba sus estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Laguna. "Ser abogado es una de las pocas cosas claras que he tenido en la vida", reconoce un profesional de la abogacía que a lo largo de su trayectoria le tocó ejercer la defensa de personas fueron señaladas por formar parte del entorno de los GRAPO o ETA. "Para mí en la vida todo es política y, por lo tanto, creo en la presunción de inocencia y el derecho de defensa a ultranza que tienen las personas que más persecución penal sufren", declara un músico que "encuentra un sentido muy punk a lo que sucede en torno a la formación santacrucera. Hay algo en Familia Real que se asemeja con el mundo de los toros: a los toreros les cuesta retirarse y nunca se sabe con exactitud si estamos ante una despedida o un hasta luego", compara.

"En 1983 volví a golidanlia", describe con una sonrisa seca sobre el primer paréntesis que abrió en Familia Real. "Si a los 17 años no sabía tocar el bajo y ahí se paró mi actividad musical, cuando regresé en 2008 -con motivo de un concierto homenaje a Domi- sabía aún menos... Dos décadas y media de juzgado en juzgado -Zulueta se ha especializado en defensas vinculadas con insumisos y okupas- no han servido para cambiar las vísceras musicales de un bajista que admite que "no sé si todo es culpa de un cliché o existe un problema aún más grave, pero lo cierto es que a muchas personas les resulta muy extraño que les diga que soy punk. Si eso no lo entienden, no cuento nada cuando les digo que toco en Familia Real", añade en un instante de la conversación en la que ratifica sus ideales. "A mí me gusta oír música clásica y hay días que hasta se la pongo a los clientes que acuden al despacho, pero la realidad es otra... Para mí el punk no solamente es música; supone una postura política que propicia las letras más rebeldes y antisistema. Estamos viviendo un ciclo similar al que se dio a finales de los años 70".

Endika no duda cuando habla de su paso por este mundo. "Yo, de momento, creo que solo tenemos la oportunidad de vivir una sola vez y que hay que disfrutarla con pasión", aconseja sin perder de vista por qué se hizo punky. "Los que estaban de moda por aquel entonces eran los artistas que sabían tocar muchos instrumentos, pero frente a ese rock sinfónico en el que se necesitaba una gran inversión económica se posicionó un movimiento que usaba los escenarios para protestar con unos instrumentos de cuarta mano".

El abogado, por último, dice que "ante una situación que no tiene salida lo recomendable es destruir para construir. En el pasado sufrimos durante décadas al dictador y luego vinieron años en los que se vivieron situaciones oscuras. Hoy contamos con la generación mejor preparada, pero su porvenir es incierto. Ante eso no queda más que protestar. El punk es ruptura, pero no nos olvidemos que tenemos más de seis millones de parados, un 60% de paro juvenil y un 3% de pobreza infantil".

Endika

Zulueta

Bajista de Familia Real