La Unión Federal de Policía (UFP) denuncia la falta de chalecos antibalas que padecen los agentes del Cuerpo Nacional de Policía en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, donde, para 1.700 funcionarios, apenas existen 200 de esos elementos de seguridad.

El portavoz de dicha organización sindical, José Delgado, explica que en las comisarías de Santa Cruz de Tenerife y La Laguna los citados chalecos se han entregado a los agentes de los vehículos radiopatrullas y a miembros de los grupos operativos (UPR y UIP). El criterio seguido para el reparto en el área metropolitana ha sido dar prioridad a aquellos policías que trabajan en la calle y se pueden tropezar, en primer lugar, con situaciones de riesgo. Por ese motivo, los agentes de Policía Judicial y otros funcionarios que trabajan de paisano todavía no lo tienen. En la Comisaría del Puerto de la Cruz (con 160 profesionales) no se ha repartido aún ninguno de estos elementos y en la de Santa Cruz de La Palma, tampoco, según los datos del sindicato. A la Comisaría del Sur de Tenerife, se han enviado 15 chalecos, pero la plantilla total asciende a 340 funcionarios. Respecto a la Comisaría del aeropuerto Tenerife Sur-Reina Sofía, existen dos, pero ya están caducados. La UFP recuerda que su lema en estos días cobra especial importancia: "un policía, una vida", es decir, que por cada agente debe haber un chaleco. Cabe recordar que el viernes pasado falleció una agente, Vanessa Lage, en un atraco a un banco en Vigo, mientras un subinspector (que sí llevaba chaleco) resultó herido muy grave, tras recibir cinco impactos de bala. Y en Málaga un agente falleció al recibir una herida por arma blanca.

Para José Delgado, "debería ser una prioridad que se prime la seguridad del funcionario, pues no llevar un chaleco te puede costar la vida". Señala que hace meses que la UFP pidió a la Comisaría Provincial que se completaran las necesidades y hasta ahora lo único que se sabe es que "hay otro pedido en camino". Cada una de esas remesas incluye 64 chalecos.

La conclusión es que, "de golpe, no se cubrirán todas las carencias y no sabemos cuándo se atenderán", apunta Delgado. La UFP lamenta que las medidas preventivas se adopten "a remolque de las tragedias". Ante las actuales circunstancias, la UFP considera que una alternativa muy práctica, ante las actuales circunstancias, es que en cada vehículo radiopatrulla (o zeta) existan dos chalecos antibalas para que puedan ser usados por los agentes que en cada turno vayan en el coche.