Han pasado ya dos décadas desde que el cantautor madrileño Javier Álvarez irrumpió con fuerza en el escenario musical español con canciones que calaron hondo, como "La edad del porvenir" o "Un dos, tres, cuatro", entre otras muchas, interpretadas por un joven con pelo rasurado y armado de su guitarra, su único aliado en el escenario, y una suave voz que cantaba temas llenos de poesía. Este admirador del grupo sueco Abba ofrecerá hoy un sentido concierto, a partir de las 20:30 horas, en el teatro Príncipe Felipe de Tegueste, donde será precedido por el grupo tinerfeño Ida Susal, proyecto musical liderado por Julia Botanz.

Este aún joven músico y compositor presentará el espectáculo "The best of Javier Álvarez", donde dará un repaso a los mejores temas de su trayectoria, recital que durará una hora y media, aunque todo dependerá del público. "Dentro de un mes se cumplen veinte años de la aparición de mi primer disco, por eso estoy haciendo un concierto que se centra bastante en los dos primeros registros, Javier Álvarez y Dos. No sé cuánto va a durar el concierto, lo que la gente quiera, pero una hora y cuarto, hora y media. Si la gente está a gusto me quedaré lo que quieran, aunque procuro hacerlos cortos para no aburrir al personal. Ya sabes, lo breve, si bueno, dos veces bueno. Actuaré solo, con mi guitarra, y con alguna sorpresita. También tengo el honor de que me telonee el grupo Ida Susal, que me gusta mucho".

Este intérprete estudió Filología Inglesa, motivo por el que se trasladó a Londres, donde adquirió su primera guitarra y comenzó a hacer su música. Tras regresar a Madrid, se puso a cantar en el Metro y en el Parque del Retiro, hasta que la "fama" adquirida del boca a boca lo llevó a actuar en templos de la música independiente, como Libertad 8, donde coincidió con Pedro Guerra o Ismael Serrano, entre otros cantautores que empezaban.

Él recuerda con cariño aquella época y canciones como "La edad del porvenir", entre otras. En este sentido, aclaró que "para mi no ha pasado la época de aquella canción, sino que, aunque sea oportunista también, creo que está muy vigente actualmente. La verdad es que la canción La edad del porvenir la encuentro más actual que nunca y termino la frase: si queremos, podemos. Ahí lo dejo".

Javier Álvarez se muestra pletórico y con mucha ilusión por abordar nuevos proyectos, a pesar de llevar más de veinte años en la brecha. Aseguró encontrarse en un momento muy bueno, a pesar de las adversidades que haya podido padecer.

"Estos veinte años tienen una parte muy buena, como encontrarte contigo mismo, tocar tierra y que en mi caso las hadas me están poniendo muchos proyectos delante, muchas ideas y la verdad es que no paro, con mucha creatividad a flor de piel. En estos veinte años, más que cambios ha habido evolución. Tengo veinte años más que desde el primer disco, pero soy el mismo, con las mismas inquietudes, ideas y ganas, pero con más experiencia, descubriendo cosas y viviendo como todos, con momentos buenos, malos y cojonudos, pero básicamente sigo siendo el mismo chaval".

Con respecto al papel actual del cantautor, lo tiene muy claro. "El cantautor ha evolucionado mucho desde el Homo sapiens. Creo que cantautores ha habido siempre y su papel ha sido siempre el mismo, alguien que escribe y lo interpreta tal cual. Evolucionan como la humanidad, pero siempre están ahí porque son necesarios".

También se mostró consciente de que el paso de los años ha influido notablemente en las canciones que canta, aunque definió su música como abierta. "Con el tiempo aprendes. Las últimas letras cada vez son más curradas. De alguna manera, aunque parezca que no hayan llegado tan masivamente, creo que mis últimos discos están mejor hechos. Vas aprendiendo, de alguna manera siento que la voz la tengo cada vez más controlada. Llevo mucho tiempo cantando, pero hay una evolución también. Las letras siempre son mías. Soy un esclavo de las musas, me rendí a ellas desde el primer minuto que me llamaron y sigo así".

Dos de los discos que integran su discografía, "Dos" (1996) y "Tiempodespacio" (2003), fueron compuestos en Canarias, comentó, además de reconocer su admiración por la música de las islas. De hecho, la vida le llevó a grabar su primer disco con la colaboración de Pedro Guerra y Rogelio Botanz, además de Ana Belén, Víctor Manuel y Luis Pastor.

"Me siguen gustando muchísimo los discos de Taller Canario de Canción, Taburiente y Mestisay. Me encantaría mucho cantar alguna vez con una artista de aquí, Fabiola Socas. Una chica invidente que canta que te mueres. Tiene una voz impresionante. En Canarias siempre hay mucho movimiento, aunque reconozco que no estoy muy puesto al día en lo último".

A nivel de la realidad musical en España explicó que "la verdad es que no la sigo mucho, me da mucha vergüenza decirlo, pero estoy tan metido en mi música que no me da para escuchar lo que quería. Tengo que empezar a prestar más atención. De lo que sí te puedo hablar es de mi ahijado, se llama Bruno Sotos, de Mallorca, con el que quiero colaborar. Hay mucha gente que me gusta cuando la escucho".

Por último, adelantó que está metido en un nuevo single, además de celebrar con otros músicos el 40 aniversario del éxito en Eurovisión de Abba, su grupo preferido, además de continuar su dúo con Nieves Arilla, en Las Marís, con la que le entusiasmaría actuar en Canarias.