Los colombianos iluminaron hoy sus hogares con velas y farolillos siguiendo una tradición que antecede a la festividad de la Inmaculada Concepción y forma parte de las actividades navideñas.

Como es tradición cada 7 de diciembre, millones de velas fueron encendidas en pueblos y ciudades donde los vecinos suelen salir a los portales de sus casas para la celebración de la "noche de las velitas".

El encendido de las velas y faroles en la vigilia de la Inmaculada Concepción suele estar acompañado del intercambio de comidas entre los vecinos y de golosinas para los niños.

La Conferencia Episcopal invitó a la población a participar en esta fiesta para pedir por "la reconciliación y la paz a todas las familias de Colombia".

La noche de las velitas es una tradición particularmente arraigada en las ciudades de la costa atlántica colombiana que en años más recientes se extendió al resto del país.

Sin embargo, testimonios de los historiadores José María Cordovez Moure, Pedro María de Ibáñez y José David Guarín citados en el boletín mensual de la Biblioteca Nacional señalan "que la costumbre de iluminar las calles y antejardines se remonta al año de 1616".

Como parte de esta celebración, la Alcaldía de Bogotá programó unas 30 actividades culturales gratuitas, entre ellas la "Ceremonia de la Luz", que incluye el encendido del árbol navideño en el Parque Simón Bolívar y fuegos artificiales, así como la presentación de los villancicos del coro infantil "Canta, Bogotá, canta".

Los festejos incluyen un concierto navideño de la cantante Totó la Momposina en el Teatro Municipal Jorge Eliécer Gaitán y festivales artísticos en diferentes barrios de la ciudad.

En la histórica ciudad de Cartagena, situada en el noreste de Colombia, más de tres millones de bombillas iluminan el casco antiguo de la ciudad tras una ceremonia de encendido que tuvo como protagonista un gran árbol navideño.

Los artesanos de la localidad de Quimbaya, situada en el departamento de Quindío (centro), tampoco faltaron a su tradición e iluminaron 25.000 faroles pintados con elementos propios de estas fechas.

Por su parte la ciudad de Cali, la tercera ciudad más grande del país, se unió a la celebración que marca el inicio de la Navidad con una gran iluminación en las riberas del río que atraviesa la ciudad y que hace ilusión al realismo mágico plasmado por el escritor colombiano Gabriel García Márquez en su novela "Cien años de soledad".