Las primeras piezas del fuselaje del Boeing-777 de Malasyan Airlines que fue derribado el pasado 17 de julio en el este de Ucrania, presuntamente por rebeldes prorrusos, llegaran mañana a Holanda para ayudar a la reconstrucción de la tragedia, en la que fallecieron 298 personas.

Lo restos del avión se depositarán en la base de aérea de Gilze-Rijen, procedentes de Ucrania, de donde salieron por carretera hace una semana, informaron hoy las autoridades de la Junta holandesa de Seguridad.

Una vez el fuselaje se encuentre en lugar la investigación, se seguirá un protocolo fijado por el que cada una de las piezas y restos será fotografiado, escaneado y categorizado.

La investigación y la reconstrucción se llevarán a cabo por expertos en un hangar dispuesto especialmente para este fin.

A la vez que se investigarán las piezas del avión recuperadas en el lugar de la tragedia, en Holanda continúa el proceso de identificación de los restos humanos hallados en Ucrania.

Hasta ahora se han identificado a 289 víctimas mortales, la mayoría holandesas.