Bajo una fachada retro y un sonido que transporta a los oyentes al siglo pasado, los componentes de SwingStar han dado forma a su primer proyecto discográfico con proyección nacional. Los grancanarios Adán Robayna, Israel Quintana y Juan Dávila son los responsables de la colección de canciones que forman parte de "Distinto y básico", un álbum con una gran profundidad cronológica que se columpia entre tres voces y una guitarra.

Con la promoción de "Si te vas así" se puso fin a un año de trabajo en el que, tras analizar los datos de un estudio de mercado, que derivó en la elección de las canciones de "Distinto Y Básico". "La música que hacemos toca el alma del público", dice Israel. "No le tenemos que dar demasiado para que empiecen a hacer chasquidos con sus dedos o incluso intentar seguirnos con sus voces, con lo que al final aquello parece un coro", explica Quintana.

La complicidad con el público, precisamente, es uno de los factores que mejor valoran los integrantes de un trío que recientemente mostró las claves de una experiencia apta para todos los públicos. "Mi hijo al escuchar If you life me now la asocia con nosotros, no con Chicago. De todas formas, por mucho que se lo expliques él siempre va a preferir la versión de SwingStar", desvela Adán Robayna.

Juani Dávila, el guitarrista del grupo, dice que "todo esto no es fruto de la casualidad. Antes que nada hay una amistad que se empezó a gestar hace años que resulta decisiva a la hora de decidir cuestiones como qué temas interpretamos. "Ya somos perros viejos y sabemos qué es lo que le gusta al público: eso es una ventaja que intentamos aprovechar".

Carlitos Records, sello que entre otros artistas lleva a Melendi o Tamara, es la autopista nacional por la que va a circular "Distinto y básico" en los próximos meses. "Eternal Flame", "Esta tarde vi llover" o "Has amado a una mujer de veras" son tres referencias de una colección que genera una magia especial en el directo. "Esa es una de nuestras mejores armas y, por ahora, no nos va mal... En Canarias se agotan las entradas en los recintos en los que actuamos, pero queremos marcar bastante bien los tiempos de las actuaciones para que esto dure el máximo tiempo posible", admite Israel Quintana, no sin realizar una puntualización vital para entender la idea anterior. "Lo más importante es dejar respirar al espectáculo para que el público no termine cansado".

Dávila apunta que en SwingStar todos saben que las "canciones no son nuestras, pero le hemos dado un punto especial de maduración para mostrarlas lo más próxima posible a la identidad del grupo... Esto es como un plátano: nadie se come uno que tiene su piel verde. Hay que esperar con paciencia a que termine el proceso de maduración para degustar su sabor", dice sobre una transformación que a juicio de Adán no es tan sencilla como puede parecer.

"Elegimos una canción, la desnudamos y a veces la destrozamos", enumera Robayna sin dejar pasar la oportunidad de precisar que "hay temas que no se pueden adaptar a lo que define a una formación como SwingStar", concluye.