Manolo Millares y Martín Chirino, componentes del grupo El Paso, fueron algunos de los artistas que participaron en la Bienal de Sao Paolo del año 1956 y en la de Venecia en 1958, eventos a los que fueron junto a otros autores "invitados" por el régimen franquista para dar a conocer en el exterior el arte informalista que se hacía en España en aquella décadas. Este fue el tema central de la conferencia que impartió Genoveva Tusell, doctora en Historia del Arte y profesora de la UNED de Madrid, en el IV Encuentro Arte y Pensamiento de la Fundación Cristina de Vera de La Laguna.

"Al final de la guerra civil el panorama artístico en España estaba absolutamente muerto. España estaba aislada internacionalmente en lo político, en las relaciones exteriores y también en lo cultural. No se conocía el arte que se estaba haciendo fuera y los artistas no viajaban, no tenían becas. Y casi no se daba a conocer lo que se estaba haciendo en España. Progresivamente, a partir de los años 50, el régimen se va abriendo un poco más al exterior, como ya en un momento definitivo, en 1956, se lleva a una selección de artistas a la Bienal de Sao Paolo y en el 58 a Venecia, y se obtiene un gran éxito".

Al parecer, algunos artistas españoles obtuvieron importantes premios en los citados eventos, circunstancia que quiso aprovechar el Ministerio de Asuntos Exteriores como una buena oportunidad para hacer campaña fuera de España de las bondades del régimen y que se viera el arte que se estaba haciendo.

"Fue una campaña que luego ha sido muy discutida, porque se ha dicho mucho que el régimen franquista quiso aprovecharse del arte para dar a una imagen de apertura en España que no existía. Pero bueno, creo que por ambas vías. También hubo algunos artistas que, lógicamente, participaron en estas exposiciones porque era la única manera de darse a conocer fuera. Es un tema polémico y muy interesante. Lo que hizo el régimen fue intentar rentabilizar unos éxitos".

Para esta doctora, fueron algunos personajes de segundo escalón, como los directores de museos, los que promovieron esta salida del arte español al extranjero, como José Luis Fernández del Amo, o Luis González Robles, que conocían lo que se estaba haciendo en el exterior, el denominado informalismo.

Por aquella época se fundó en España el grupo El Paso, en 1957, con artistas como Rafael Canogar, Luis Feito, Antonio Saura y Pablo Serrano, entre otros, además de Manolo Millares y Martín Chirino. "Fue el grupo más importante, junto a Dau al Set, en la España de ese momento. De hecho, en la Bienal de Venecia, el núcleo duro era El Paso, junto con Tápies, que obtuvo uno de los premios".

Con respecto al papel que jugaron los artistas canarios en esta apertura del arte español al exterior, comentó que "sí que formaron parte. Chirino estuvo en varias, y Millares desde el principio, en la Bienal de Venecia en el 58. Lo que pasa es que Millares enseguida empezó a desvincularse. Lo que ocurrió es que llegó un momento en el que los artistas se sintieron un poco vehículos de propaganda del régimen, y en cuanto pudieron, cuando vieron que eran un poco conocidos fuera, cuando fueron tomando contacto con ciertas galerías en París y Nueva York, fueron desvinculándose. El primero fue Tápies, luego Saura y Millares.".

Tusell aclaró que existen varias cartas de Millares "en las que expresa su oposición al régimen y su voluntad de no participar en este tipo de exposiciones. En 1960 hubo al mismo tiempo dos grandes exposiciones de arte español en Nueva York, que era la cuna del arte contemporáneo, en el MOMA y el Guggenheim, y participaron Millares y Chirino sino recuerdo mal. Aquello fue un poco el culmen, y dos años después hubo otra gran exposición en el Tate Gallery de Londres. Tapies fue el más combativo contra el régimen en este sentido. Él no quiso participar en esta exposición y se llevaron obras suyas prestadas por coleccionistas y por una galería de Barcelona, a la que demandó el artista por utilizarlas".

Esta historiadora también recordó una anécdota sobre una interpretación que hicieron de la obra informalista de Millares en una revista especializada de Nueva York. "Decía que las arpilleras de Miralles tenían mucho que ver con las corridas de toros. La elegancia de la vestimenta de los toreros, rasgada por el ataque del toro (...). Enseguida querían ver esa especie de cliché español en las arpilleras de Millares. Fue un artista importantísimo. El tratamiento de los materiales que hace, es interesantísimo. Y Chirino. Es uno de los grandes escultores del siglo XX. Consigue unos efectos con la escultura en metal de una ligereza y una elegancia que son espectaculares".

Genoveva

Tusell

catedrática de historia y profresora de la uned