El historiador y sociólogo Álvaro Santana Acuña y la geógrafa Noemi Herrera Lorenzo concentraron ayer a unos 40 vecinos de La Laguna al objeto de hacerles partícipes de una charla-recorrido denominada "De espaldas al ciudadano", una actividad en la que los anfitriones expusieron lo que consideran "una desalmada gestión del patrimonio histórico lagunero" en la que ha primado su "privatización" en favor de las grandes multinacionales y sus franquicias y en contra del comercio tradicional lagunero y transformando por completo las razones por la que la Unesco ha convertido a Aguere en Patrimonio de la Humanidad.

Con este principio, el experto dio claves para dar a entender su idea sobre el actual estado en el que se encuentra la ciudad, "un conjunto histórico que se está transformando en un centro comercial a cielo abierto y que no rinde servicio a sus residentes y sí a visitantes y turistas" con la ayuda del ayuntamiento "a través de la privatización de la gestión del centro histórico de la empresa Arquitectura, Urbanismo y Cooperación".

En esta línea subrayó ante la atenta mirada de los vecinos distintos aspectos de sus afirmaciones, centrándose en la importancia de los valores sociales y patrimoniales de la ciudad que han permitido que sea Patrimonio de la Humanidad, "una distinción que no es solo por el trazado urbano, sino por las características de los edificios, y de aquí la importancia de las casas terreras, de las que se ha fomentado su transformación y en ocasiones su desaparición".

Señaló aspectos como detalles de lo que se ha pretendido para acabar con el patrimonio, como "la eliminación del escalón del perímetro de la Catedral, los asientos neoclásicos o el estanque", así como el detalle de los puntos topográficos del trazado de las calles "que o han desaparecido o han sido dañados", dijo.

Se refirió, además, a las actuales zonas arqueológicas encontradas en la plaza y que están perimetradas por un contorno de acero, "que se han protegido por la acción popular tras advertir que se podían encontrar restos si se excavaba a más de 50 centímetros de profundidad" y que "deberían estar cubiertos por metacrilato o vidrio" porque podrían tratarse de la antigua línea de fachada de la iglesia de Los Remedios.

Por otra parte, la geógrafa Noemi Herrera, se centró en el problema de la desaparición del comercio tradicional en favor de las franquicias, "contra las que no pueden competir", señaló antes de no poder terminar en condiciones sus explicaciones.