Daniel Pérez Berlanga, pintor en paro de 37 años natural de la localidad turolense de Bronchales, ha sido detenido por la Policía este viernes tras empotrar su coche cargado con un artefacto explosivo rudimentario contra la sede del PP en la calle Génova. Pérez Berlanga declaró que su objetivo era atentar contra la clase política porque le habían arruinado la vida.

Tras penetrar a gran velocidad rompiendo la critalera del acceso principal, el coche ha llegado hasta las escaleras del interior y casi se lleva por delante a una empleada de la limpieza que estaba trabajando desde primera hora.

La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ha explicado en declaraciones a esRadio, recogidas por Europa Press, que el coche ha llegado hasta la escalera por la que se accede a la primera planta, donde está su despacho, y al lado del acceso a la sala de prensa.

"Al parecer, una de las empleadas de la limpieza que estaba dentro de la sede ha estado a punto de ser atropellada porque iba a una velocidad increíble, ha entrado hasta las escaleras", ha subrayado Aguirre, quien ha indicado que la trabajadora está "bien" pero se "ha llevado un susto horroroso".

Tras declarar que el coche llevaba explosivos, los Tedax acordonaron el edificio y cortaron el tráfico y los acceso de paeatones a la calle Génova, provocando un gran colpaso de tráfico.

El artefacto colocado se activaba en el momento, encendido las cabezas de cerillas colocadas como iniciador, o a través de un temporizador, según ha explicado en rueda de prensa el jefe superior de la Policía de Madrid, Alfonso José Fernández Díez.

Los agentes expertos en explosivos que examinaron el turismo albergan dudas de su efectividad, ya que el número de cabezas de fósforos podía no ser suficiente para provocar la explosión del artefacto.

No obstante, ha insistido en que había posibilidades reales de que explosionara, una deflagración que hubiera afectado, según el jefe policial, gravemente a la estructura de la planta baja y de manera colateral a otras plantas de la sede del PP y a edificios aledaños, aunque no hubiera provocado el derrumbamiento del edificio.

Todo parece indicar que el conductor del coche no tenía la intención de inmolarse en el lugar, ya que avisó a los agentes que custodiaban la sede del PP de que el artefacto podía explotar "en una hora y media" a través de un temporizador. "Salir de allí, salir de allí", dijo a los policías cuando se apeó del coche.

De momento, el único ''móvil'' que ha alegado el detenido es que "quería atentar contra toda la clase política, no de un partido en concreto, porque los políticos le habían causado la ruina", ha relatado el jefe superior de la Policía de Madrid. "Estaba harto de la situación y por eso quería una acción reivindicativa", ha señalado.

Una "llamada de atención" que, según Fernández Díez, podía haber conseguido utilizando menos cantidad de explosivo. Y es que, según ha detallado, el artefacto estaba integrado por 5,8 kilos de nitrato amónico, mezclado con combustible, y al que estaban adosadas dos bombas de butano, un temporizador e iniciador consistente en cerillas. Una cantidad elevada con la que "podían haber provocado un grave daño en el edificio".

El jefe de la Policía ha definido el artefacto como "casero" y sencillo de confeccionar. "Si consultan páginas de Internet cualquiera pueda hacerlo", ha apuntado. Los materiales del artefacto son de fácil adquisición en el mercado. Concretamente, el nitrato es muy utilizado como fertilizante en agricultura y el detenido tiene tierras de labranza.

"EL LOCO DEL PUEBLO"

De las primera palabras de Daniel también se desprende que mantenía una conducta "bastante alterada". Además, ha revelado que se encontraba desde hacía más de seis meses en paro y que en su pueblo de residencia algunos le conocían con el sobrenombre ''El loco del pueblo''.

Sin embargo, Fernández Díez ha asegurado que no le consta oficialmente que padeciera ninguna enfermedad de tipo psiquiátrico y como antecedente policial sólo tiene uno de hace un década por hurto de uso de motor.