Los excesos de ácidos y azúcares de los alimentos y bebidas son algunas de las principales causas de la erosión del esmalte dental, por lo que los expertos recomiendan, ante los abusos de las fiestas navideñas, cuidar especialmente los dientes.

El doctor Rodrigo Martínez Orcajo, director de las Clínicas Implan-T Instituto Dental Avanzado, advierte, en declaraciones a Efe, de que estas fechas "pueden constituir una seria amenaza para la salud bucodental, ya que aumenta la ingesta de azúcares, alcohol y ácidos y con ello el desgaste del marfil y la posibilidad de sufrir otras enfermedades bucales como las caries".

La ingesta diaria de azúcar no debería superar el 5 % de las necesidades energéticas diarias, porque encima de esos valores aumenta el riesgo de sufrir caries.

Sin embargo, la posibilidad de padecer esta enfermedad dental no aumenta si se mantiene el consumo de azúcar diario en el equivalente al 3 % de la energía.

"Hay que evitar los excesos de azúcar, pero podemos disfrutar de los dulces típicos de la Navidad y amortiguar los efectos que puedan tener los excesos para nuestros dientes", advierte.

"Es preferible comer turrón duro por su alto contenido en almendra y menor en azúcar que otras variedad y decantarnos por los chocolates negros, pues tienen menor contenido en sacarosa y cuentan con propiedades antioxidantes", apunta el doctor.

Este experto recomienda una serie de consejos para disfrutar de la Navidad con seguridad para la salud bucodental. Así, es conveniente evitar las golosinas blandas y pegajosas, porque se adhieren más a la pieza dental y pueden causar con más probabilidades caries.

Se deben usar las pinzas para abrir los mariscos y no intentarlo con la dentadura, ya que se puede sufrir la fractura de una pieza o un empaste. Y es muy importante lavarse los dientes al menos dos veces al día y usar a diario la seda dental.

También hay que tener especial cuidado, añade, con las bebidas azucaradas y energéticas, las primeras por su contenido en sacarosa, y las segundas por los ácidos.

En ambos casos es importante acompañarlas de algo sólido para estimular la producción de saliva. "La saliva es una gran aliada de nuestros dientes, ya que neutraliza el PH ácido que producen las bacterias y la acidez de los alimentos.

Por ello, "es recomendable no tener la boca seca e incluso masticar un chicle sin azúcar después de estas comidas con largas sobremesas para estimular la salivación", precisa Martínez Orcajo.

Otro de los hábitos típicos de estas fechas que ponen en riesgo la salud dental es el consumo de vino y bebidas alcohólicas debido a los ácidos que contienen.

"El vino blanco y el champán son más perjudiciales para el esmalte dental que el tinto, quizás al contrario de lo que se suele pensar", señala.

El doctor aclara que "los ácidos que contienen los caldos blancos son más erosivos, causando una mayor destrucción del calcio y el fósforo de los dientes".

Además, recomienda esperar al menos media hora para cepillarse los dientes después de haber tomado vino blanco, "ya que de hacerlo antes se corre el riesgo de arrastrar el esmalte ya dañado".

Por otro lado, el abuso del alcohol y del tabaco reseca la mucosa oral, lo que conlleva una disminución de la defensa natural de la misma y aumenta las consecuencias de futuras enfermedades bucales.

"El exceso de alcohol y, sobre todo, de tabaco tienen consecuencias nefastas para la salud, siendo las principales causas del cáncer oral. El humo del cigarrillo aumenta la susceptibilidad a sufrir una enfermedad periodontal, y, además, estas dolencias se diagnostican peor en pacientes fumadores, ya que suelen quedar enmascaradas", concluye.