La falta de confianza hacia los rectores de las distintas instituciones no parece ser la solución para salir de la crisis que viene sufriendo este país. Un país acostumbrado a pasar del negro al blanco sin pisar ninguna de las tonalidades de grises que hay en el camino. Que pasa de ensalzar a denigrar a un sujeto en apenas 24 horas y sin encomendarse ni a Dios ni al diablo. En este contexto, es difícil que las cosas salgan adelante. No obstante, todavía quedan personas dispuestas a tirar del carro, haga frío o haga calor. Hoy, EL DÍA publica unas páginas especiales dedicadas a analizar, desde distintos ámbitos, lo que ha sido 2014 y lo que puede deparar 2015. La mayoría de los protagonistas coinciden en que en el año que ahora termina se ha producido un cambio de tendencia y que la mejoría de la situación económica detectada en los últimos meses se consolidará en el próximo ejercicio. Una mejoría que en Cana-rias deberá traducirse en la creación de puestos de trabajo, el princi-

pal problema de este Archipiélago, y riqueza. Para ellos, sin duda, será necesario el esfuerzo de todos y dejar a un lado las diferencias, en muchas ocasiones superfluas, que separan a los responsables de timonear el barco.

Uno de los instrumentos que se deberán emplear para ello será el nuevo Régimen Económico y Fiscal (REF), aprobado esta semana por el Gobierno central y previamente pactado con el Ejecutivo canario. Como nunca llueve a gusto de todos, algunos partidos y sindicatos ya han alzado sus voces para cuestionar las modificaciones realizadas y advertir de su carácter elitista y continuista. Críticas aparte, lo que resulta verdaderamente llamativo es que ahora se ponga en duda si en su redacción ha existido la suficiente participación o no, pues a estas alturas ya sirve más bien para poco. En lo que se debe hacer hincapié es en si servirá para facilitar la generación de empleo, pues en caso contrario, flaco favor se le ha hecho a la sociedad canaria. Para conocer la respuesta habrá que esperar algún tiempo pues la teoría es una y después está su aplicación práctica. Los cambios introducidos suenan bien, por ejemplo en el caso de la Reserva de Inversiones (RIC); ahora hace falta ver la voluntad con la que se trasladan en el día a día.

Y en ese día a día no cabe otra cosa que felicitar a tantas ONG e instituciones que en las últimas semanas dedican su tiempo y esfuerzos a recoger juguetes y alimentos para aquellos que, por desgracia, no cuentan con los medios necesarios para celebrar la Navidad con lo básico. Ayer, por ejemplo, se daba a conocer que el Consorcio de Bomberos de Tenerife había conseguido reunir en unos días cinco toneladas de juguetes, donados por distintas asociaciones, empresas y particulares. Una muestra clara de que unidos se pueden lograr objetivos que difícilmente se alcanzarían de forma individual. Ese espíritu es el que debe primar también en otros ámbitos para sacar adelante esta tierra, en lugar de los enfrentamientos vanos que no llevan a ninguna parte y desenfocan el objetivo. Quizás la cercanía de la Navidad ayude también a reflexionar sobre estos aspectos, además de disfrutar de una fiestas merecidas a punto de cerrar el año.