Miles de niños han llenado este lunes las calles de Madrid para saludar a los Reyes Magos antes de una noche de mucho trabajo para los sus majestades de Oriente en la que tienen que repartir regalos por toda la capital.

La cabalgata de Reyes Magos, con unas 800 personas participando en la comitiva, ha tenido como protagonista en esta edición a la música, con una treintena de carrozas decoradas con elementos musicales y con grupos de música en directo. Las tres carrozas reales este año simbolizan las claves de las notas musicales que componen un pentagrama; Sol (Melchor), Fa (Gaspar) y Do (Baltasar).

El Rey Melchor ha pedido a los niños que se han concentrado en los alrededores de la Plaza de Cibeles que se acuerden de aquellos otros que son "víctimas de la violencia, la pobreza, la explotación y la injusticia", al tiempo que les ha revelado que la sabiduría está en los libros.

"La verdadera sabiduría, la verdadera magia, la hemos encontrado siempre en los libros. Leed muchos libros. En ellos hallaréis mundos desconocidos y vidas apasionantes que os harán sabios y con ellos disfrutaréis de la magia más poderosa que tenemos las personas: la magia de la fantasía y la imaginación que nos hace vivir las aventuras más fascinantes sin salir de casa", ha defendido el Mago de Oriente, arropado por sus compañeros, Gaspar y Baltasar.

Diego Sanjuanbenito (PP), Gabriel Calles (PSOE) y Jaime de Berenguer (UPyD) han sido los ediles que han acompañado este año a los Reyes Magos de Oriente en sus carrozas durante la tradicional Cabalgata de la capital. El delegado de Medio Ambiente ha acompañado a Melchor. Calles, que ya tiene experiencia en esto, se ha vuelto a subirse a una carroza aunque, como novedad, no lo ha hecho en la que tradicionalmente ha preferido el PSOE, la de Baltasar, sino en la de Gaspar. El concejal de UPyD Jaime de Berenguer ha escoltado a Baltasar.

El Mago de Oriente ha tomado la palabra tras la Cabalgata para enviar desde el Palacio de Cibeles un saludo a los "nuevos Reyes, Don Felipe VI y Doña Letizia", para que la estrella que les guía a ellos desde hace 2.000 años les acompañe "y a esta gran Nación que es España en el camino de la paz, la libertad y la prosperidad".

Tampoco se ha olvidado de los niños que han seguido el desfile por televisión y, sobre todo, "a los que están esta noche en el hospital o en sus casas curándose porque están malitos". "Os mandamos nuestros mejores deseos para que os pongáis buenos", ha declarado.

El Rey Mago ha narrado que vienen de lugares muy lejanos, lo que les ha llevado a cruzar países en los que los niños "son las primeras víctimas de la violencia, la pobreza, la explotación y la injusticia". "A todos ellos, y a las personas que entregan sus vidas para ayudarles les llevamos en nuestro corazón", ha señalado después de rogar que los niños madrileños tampoco se olviden ni de ellos ni de aquellos, en este país, "cuyas familias lo están pasando mal por culpa de la crisis.

"Tenéis toda la vida por delante para hacer que el mundo sea un poco mejor cada día. Y para hacer que el mundo sea mejor hay que prepararse, hay que estudiar mucho. Para saber más cosas, para conocer mejor lo que nos rodea. A eso nos hemos dedicado nosotros y por eso nos llaman sabios y magos", ha explicado Melchor.

Otra petición del Rey ha tenido como destinataria los mayores, como los abuelos, a quienes su alegría "puede acompañar y animar mucho". "Los mayores son grandes sabios que lo han dado todo para que vuestros padres y vosotros podáis disfrutar de noches como ésta", ha destacado.

El Mago de Oriente no se ha querido despedir sin pedir a los niños que se acuerden de sus camellos, dejándoles agua y comida pero "no roscón ni polvorones ni turrón, que se ponen muy gordos, como os habrán dicho vuestros padres". "Mejor dejarlos para nosotros, junto a vuestros zapatos, porque Baltasar, Gaspar y yo somos muy golosos, y nos espera una noche muy larga y con muchísimo trabajo", ha explicado.

600.000 PERSONAS EN BARCELONA

En Barcelona, unas 600.000 personas, según la Guardia Urbana, han recibido en las calles de la Ciudad Condal a Sus Majestades los Reyes de Oriente durante la Cabalgata celebrada en la capital catalana, una cifra de asistentes similar a la del año pasado.

Los Reyes Magos desfilaron en Barcelona en una Cabalgata que ha contado con unos 800 metros de espectáculo itinerante, distribuido en once bloques, en el que se han repartido entre los asistentes 4,6 caramelos, todos aptos para celiacos; no se han registrado incidentes destacables, según el Ayuntamiento.

Han llegado a primera hora de la tarde a Barcelona, donde han recibido de manos del alcalde de Barcelona, Xavier Trias, la llave de la ciudad para que puedan entrar por la noche en todas las casas y dejar los regalos.

También el Moll de la Fusta, Trias ha entregado a Melchor, Gaspar y Baltasar el pan y la sal, como símbolos de hospitalidad y de bienvenida, ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.

El alcalde ha pedido a Sus Majestades los Reyes de Oriente que, además de regalos, dejen oportunidades y confianza en el futuro: "Os pido que nos ayudéis a salir de la crisis, a seguir creando puestos de trabajo".

Alrededor de 1.300 personas han participado en el espectáculo, de las que 100 han sido bailarines y actores profesionales, y 300 alumnos de más de 40 escuelas de danza, teatro y circo de la ciudad.

La Cabalgata, cuyo coste ha sido de 590.000 euros --el mismo que en 2013 y 2014--, ha recorrido cinco kilómetros e involucrado 1.300 participantes entre bailarines, actores, acróbatas y voluntarios.

LA CABALGATA MÁS ANTIGUA

También han sido miles las personas que han acudido a ver a los Reyes Magos la tarde de este lunes en la cabalgata de Alcoi, la más antigua, reconocida como Bien de Interés Cultural y como festividad de Interés Turístico Nacional, al tiempo que aspira a ser declarada Patrimonio de la Humanidad, junto con las singulares tradiciones que marcan la Navidad alcoyana.

Con una comitiva formada por cerca de 1.450 personas, durante la 130ª cabalgata se han repartido más de 1.200 kilos de caramelos. El momento más emblemático fue la Adoración en la Plaza de España.