El Sol ha comenzado el año 2015 con un enorme agujero en su corona, cerca de su polo sur. Así lo confirma la imagen captada el pasado 1 de enero por el instrumento atmosférico Imaging Assembly (AIA) del Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA.

Los agujeros coronales son regiones de la corona donde el campo magnético se expulsa directamente al espacio en lugar de regresar a la superficie en un bucle. Las partículas que se mueven a lo largo de estos campos magnéticos pueden salir del Sol y se calientan. Su resplandor es el que ofrece las hermosas imágenes de la agencia espacial estadounidense, el contraste entre su brillo y el oscuro del agujero.

Este fenómeno fue visto por primera vez en las imágenes tomadas por los astronautas a bordo de la estación espacial Skylab de la NASA en 1973 y 1974 . Se les puede observar durante mucho tiempo, puede permanece visible durante más de cinco días, aunque su forma exacta cambia constantemente.