En estas fiestas navideñas son muchos los canarios, especialmente los niños, que pasan más horas de lo habitual frente a la pantalla del televisor. Es frecuente que a esta circunstancia se le atribuyan efectos perjudiciales para la salud visual que normalmente carecen de base científica.

¿Pero es mito o realidad? Actualmente con tantos dispositivos que cuentan con una pantalla como computadoras, smatphones o tablets muchas personas aún tienen la duda de los efectos que pueden tener estos aparatos sobre nuestros ojos. Entonces, ¿realmente dañan nuestros ojos?

Según el doctor Humberto Carreras, codirector médico de Eurocanarias Oftalmológica, "no se ha demostrado científicamente que produzca ningún tipo de alteración ocular. Es una falsa creencia muy extendida".

No obstante, aclara que la distancia ideal es cuestión de comodidad, ver la televisión más cerca o más lejos no perjudica, lo único que puede poner de manifiesto es una alteración ocular o provocar mayor fatiga visual.

Por otro lado, que los niños estén justo delante del televisor no indica que hay un problema de refracción, sostiene el doctor Carreras, por lo que "lo más recomendable es mantener una distancia para ver la televisión desde la perspectiva adecuada".

Antes de la revolución de las nuevas pantallas con multitud de tamaños y formatos, se decía que lo ideal era multiplicar por 10 el diámetro de la pantalla. Es decir, una pantalla de 30 pulgadas se debería ver a 3 metros, a 300 centímetros. Cuando más cerca se está, más resolución se pierde.

Asimismo, el doctor Carreras recomienda que se vea la televisión con "una iluminación mediana y difusa. Un contraste excesivo puede producir mayor fatiga visual".

En cuanto al tiempo de visualización, muchas personas se quejan de que los períodos prolongados frente a una pantalla les producen dolor de cabeza y dolor de ojos. "Esto es porque cuando miramos objetos cercanos nuestros ojos se acomodan para enfocarlos y esto requiere la contracción de los músculos oculares, los cuales con el tiempo se fatigan y dan lugar a los síntomas que conocemos como la fatiga visual", explica, antes de puntualizar que esto no quiere decir que las pantallas causen un daño permanente, los síntomas se resuelven espontáneamente cuando descansamos.

¿El tamaño de la pantalla importa?. Según el experto, "sólo si el espectador está afectado por alguna patología óptica, ya que una visión normal el tamaño no tiene no ninguna repercusión a la salud".

La recomendación final del doctor es que para descartar problemas y vigilar nuestra salud visual "al menos una vez al año, deberíamos visitar al oftalmólogo".