La generación de televisores que verá la luz en 2015 reducirá distancias con la calidad de imagen de la gran pantalla con la tecnología de puntos cuánticos presentada hoy por varios grandes fabricantes en el marco de la feria electrónica de consumo CES de Las Vegas (EE.UU.).

Esta tecnología está siendo empleada, entre otros, por las gigantes surcoreanas Samsung y LG, la japonesa Sony, además de por la firma china TCL y, según los fabricantes, permite mejorar la calidad de imagen de los televisores y abaratar su precio, que es la mayor barrera para la implantación del 4K, el nuevo estándar de alta resolución.

Los puntos cuánticos forman una película de cristales emisores de luz microscópicos que se inserta en las pantallas de cristal líquido (LCD, por su sigla en inglés) y, según los fabricantes, mejora notablemente la reproducción de los colores, el contraste y el brillo de la imagen.

El vicepresidente ejecutivo de Samsung, Joe Stinziano, afirmó hoy durante una presentación en la víspera de la apertura oficial de la feria CES en Las Vegas, que esta tecnología permitirá ver las películas "tan bien en casa como en el cine".

Según el responsable de la empresa surcoreana, la calidad de la reproducción de los colores se multiplicará 64 veces y el brillo será 2,5 veces superior al convencional de tecnología LCD.

Sony anticipo su nueva línea de televisores Bravia 4K UHD que llegará a CES equipada con un procesador (X1) que, según la empresa, incrementa la precisión de color, luminosidad y contraste y cuentan con pantalla Triluminos, nombre tras el que se esconde la tecnología de puntos cuánticos desarrollada por QD Vision.

El abanderado de la nueva generación de Bravia es el XBR X900C con pantalla ultrafina, con un mínimo de 4,9 milímetros en su parte más delgada.

En CES se presentarán también televisores que se alejarán cada vez más de su antiguo apelativo de "pequeña pantalla" y llegarán al límite de las 110 pulgadas de la mano de la fabricante china TCL.

Esta enorme pantalla es la mayor del mundo, según TCL, y tiene forma curva, una tendencia cada vez más frecuente en el mercado y que pretende generar una experiencia envolvente para el telespectador.

La mitad de las televisiones de 4K que se vendieron en Estados Unidos en 2014 eran curvas, afirmó hoy el presidente de la división de Samsung de ese país, Tim Baxter.

La Asociación de Electrónicos de Consumo de Estados Unidos (CEA) calcula que en 2015 se venderán cuatro millones de televisores de 4K, lo que supondría un aumento del 208 % con respecto a las cifras del año pasado.

Para dar un espaldarazo a las ventas de aparatos, los fabricantes también han decidido impulsar la oferta de contenido en 4K con el nuevo estándar, que hasta ahora es muy limitada hasta en los países con una mayor implantación de televisores.

En ese sentido, varias empresas fabricantes, distribuidoras y productoras de contenido anunciaron una alianza para fomentar el desarrollo del contenido en 4K.

Forman parte de esta alianza las fabricantes LG, Panasonic y Sansung, los estudios de cine Warner Bros, 20th Century Fox, Disney, Sony, además de plataformas de distribución como Netflix y DirecTV y las compañías de sonido Dolby y de imagen Technicolor.

Otros fabricantes aprovecharon el CES para presentar otros avances en la tecnología 4K, como la mejoría de la calidad de los píxeles o la división de los mismos para crear un efecto multiplicador.

Panasonic presentará en la feria su tecnología Studio Master Drive, que divide el píxel en seis colores, añadiendo los secundarios (cian, magenta y amarillo) a los primarios (rojo, verde y azul), que son la base de las pantallas de los televisores desde el inicio del color al final la década de 1960.

La apuesta de Sharp es dividir los píxeles, llegando a 66 millones de subpíxeles, 42 más que el estándar de 4K, lo que también permitirá mejorar el contenido emitido en HD para que parezca 4K.

La feria CES tendrá lugar entre el 6 y el 9 de enero y acogerá a más de 3.600 empresas de 140 países en una zona de exposición total de más de 250.000 metros cuadrados distribuidos entre el centro de convenciones de Las Vegas y varios hoteles de la ciudad.