Bruno González vivirá este sábado sensaciones especiales. Salvo sorpresa, formará parte del once inicial del Real Betis Balompié y tendrá enfrente al equipo de toda su vida. Con la camiseta azul de su rival jugarán amigos y compañeros con los que todavía mantiene contacto "cada semana". De hecho, hasta ha hablado "sobre todo cuando las cosas no iban tan bien" con el entrenador (Álvaro Cervera) y su ayudante (Roberto Perera) "para darles ánimos".

Estará viviendo una semana algo distinta.

Pues sí. Me han llamado muchos amigos y he hablado con compañeros y gente tanto de Sevilla como de Tenerife.

Allí le dirán que no se relaje por enfrentarse al equipo de su tierra y, desde la Isla, que eche una manita.

Sí (risas), pero soy un profesional y me debo al Real Betis. Durante el partido haré lo posible para que gane mi equipo y luego le desearé lo mejor al Tenerife.

Pero será un partido especial.

Es la primera vez que me enfrento a mi equipo de toda la vida y las sensaciones serán raras, pero seguro que solo en la previa y antes de empezar. Cuando ruede el balón estaré centrado en lo mío.

Y lo suyo es nada más y nada menos que el Real Betis. Un gran club, ¿verdad?

En todos los sentidos. Te lo puedes imaginar desde fuera, pero te das cuenta de verdad cuando estás dentro. Jugamos con casi 30.000 personas en cada partido del Benito Villamarín y la gente es muy exigente.

¿Ascenso sí o sí?

Para eso vinimos todos y es en lo que trabajamos. Está claro que el objetivo es devolver al Betis a Primera División.

La trayectoria liguera ha sido algo irregular.

Pero creo que en las últimas semanas hemos encontrado la fórmula y estamos siendo realmente competitivos. Tanto con Merino como ahora con Mel, que está empezando a explicarnos su estilo, hemos competido muy bien.

Tres entrenadores en pocos meses.

Sí. Con Julio Velázquez las cosas no salieron bien y el club decidió cambiar de técnico. Luego, con Merino la verdad es que lo ganamos todo. Pero ahora ha llegado Mel, que es una institución en este equipo porque fue capaz de llevarlo de la Segunda División, como ahora, a las competiciones europeas.

¿Cambia mucho el estilo con el nuevo entrenador?

Estamos empezando a conocerlo, pero nos adaptaremos rápidamente a lo que nos pide.

En lo personal, le está yendo muy bien con los tres entrenadores, aunque le costara más con el primero de ellos.

Jugué todo en pretemporada y pensé que empezaría como titular, pero no fue así. Entonces me centré en trabajar y aprovechar mis oportunidades.

La afición fue muy dura con usted después de Ponferrada.

Fue una mala segunda parte, pero hay que ser consciente de que estar en un club así te expone a esas cosas. En el Tenerife también hay un entorno muy exigente y yo estoy acostumbrado a trabajar para mejorar cada día.

Pues parece que lo ha conseguido porque llevan semanas sin encajar un gol.

Es producto del trabajo de todo el grupo, pero está claro que para los defensas es muy importante. Esperamos seguir en esta línea.

¿Ha podido ver en acción al Tenerife mucho esta temporada?

Pues sí. Además, me viene muy bien porque así veo al rival que tendremos dos semanas más tarde nosotros delante. Creo que empezaron mal, pero poco a poco han ganado en seguridad y no se puede descartar nada.

¿A qué se refiere?

A que en Segunda División las distancias son cortas y, con dos o tres victorias seguidas, puedes mirar hacia arriba. Todavía puede luchar por entrar en el "play-off". ¿Por qué no?

¿Qué le parecen los nuevos?

Diego Ifrán les ha dado muchos goles. Es un jugador muy peligroso para cualquier rival. Vitolo también está aportando. Al resto los conozco menos, pero son buenos jugadores.

¿Mantiene el contacto con sus excompañeros?

Con muchos de ellos. Hasta con el míster y Roberto, pero sobre todo cuando las cosas no iban tan bien para echarles una mano.

No suba en los córners, deje pasar algún balón.

No puedo hacer eso (risas), pero el Tenerife puede ganar sin mi ayuda. Yo intentaré que no.