Los viejos rockeros desprenden algo especial: suenan con un registro inconfundible. Más allá del desgaste que provoca el tiempo y de la continua erosión de nuevas tendencias, desbordante y en muchos casos desafinada, ahí siguen, fieles a su identidad, con una "carátula" que caracteriza no solo su música, sino una manera de ser y estar.

La banda lagunera Las Ratas puede "presumir" de haber sobrevivido nada menos que 20 años en este particular escenario y, además, haciendo lo que les gusta, con estilo propio y evolucionado a una mezcla hardcord-metal-rap.

No obstante, Txowie, uno de los carismáticos componentes de este popular grupo, advierte con la sinceridad del "directo" y para que ningún joven soñador se lleve a engaño, que vivir de la música representa un "privilegio" al alcance de pocos y sobrevivir siendo rockero en Canarias se reduce al local de ensayo, porque apenas hay conciertos y mucho menos aún circuitos con una programación estable.

"Ciertamente hay algunos locales de música en directo, pero sin referirnos a Santa Cruz, también La Laguna se ha convertido en una ciudad muerta a partir de las dos y media de la madrugada". Y subraya que a pesar de que llevan dos décadas tocando sin parar, tan solo durante una temporada de seis meses en el País Vasco "sentimos lo que es vivir de la música; tocábamos jueves, viernes y sábados". Y apunta que "en Canarias, por tradición, puedan aspirar a esto algunas orquestas verbeneras".

Este estandarte del espíritu rockero adelanta que entre los objetivos que se han propuesto para 2015 figura montar un concierto para celebrar su vigésimo aniversario con aquellos conjuntos y personas relacionadas con el grupo durante estas dos décadas. Aún no han perfilado detalles, como el lugar, "pero queremos que sea algo especial", admite Txowie.

Eso sí, se muestran expectantes por el inminente estreno de la película titulada "No hay provocación", obra de Javier Croissier, ambientada en temas incluidos de los tres discos editados por Las Ratas, concretamente "No hay provocación" (1996), "La máquina" (1999) e "Historias del Barrio" (2002), junto a otros creados especialmente. "La película está hecha", asegura Txowie, que da un salto hacia adelante y junto al representante del grupo, Daniel Medina, habla de "llevarla de gira por festivales y ver qué tal se mueve".

Hasta entonces continuarán los saltos sobre el escenario, las voces descarnadas, los torsos desnudos, esas consignas de rebeldía llenas de rabiosa actualidad y oposición a las reglas. Pero, sobre todo, mucho y buen rock.