Aunque el año 2015 no ha hecho más que asomarse, para el Real Casino de Tenerife no representa uno más. La institución cumple 175 años, edad que la sitúa como la sociedad privada más antigua de Canarias y entre las más longevas de España.

De ahí que el equipo de personas que desde la junta directiva gestiona el día a día de esta institución, con el presidente José Alberto Muiños al frente, haya cuidado con detalle el programa de actos que, desde marzo y hasta diciembre, se orienta a destacar como se merece este aniversario.

Además, no resulta aventurado asegurar que a lo largo de este año se vayan a suceder los reconocimientos al Real Casino por parte de instituciones tanto públicas como privadas.

Y es que acaso el perfil que mejor defina el carácter del Real Casino sea el de una sociedad privada abierta a la vida pública: "Esta institución la crearon un grupo de chicharreros en 1840, miembros de la sociedad tinerfeña de entonces. Y ese es nuestro lema: ser un referente para la gente de la Isla", señala el presidente.

"Que esos cuatro escalones de la puerta de entrada no supongan una montaña, un obstáculo para la ciudadanía", subraya.

Y es que el conjunto de la sociedad mantiene aún esa percepción del Casino como un centro elitista, imagen que Muiños considera que "no responde a la realidad" y que se ha empeñado en variar desde que asumió el cargo.

Precisamente la extensión de la cultura figura como uno de las principios en el ideario fundacional del entonces Gabinete de Lectura que en 1849 pasó a denominarse Casino de Santa Cruz de Tenerife y que se mantiene inalterable.

Como ejemplo, los cuarenta y siete años continuados que lleva la institución celebrando un ciclo de conferencias y una semana de música abiertas al público. "Fuimos los primeros en acoger recitales de cámara cuando nadie apostaba por ellos", destaca Muiños.

Y al compás de esta idea sostiene que con la crisis y la retracción de la financiación por parte del sector público, de nuevo es la sociedad civil la que debe asumir "el papel de mecenazgo que le corresponde". Y, a manera de coda, el presidente censura a las administraciones su insistencia en dar protagonismo en las programaciones culturales "a la gente de fuera, cuando las Islas atesoran talentos emergentes que necesitan apoyo".

De ahí la apuesta del Casino en "el fomento de los jóvenes intérpretes canarios, que cristalizan en los convenios con el Conservatorio, a fin de que los alumnos de último año puedan interpretar sus recitales en la sociedad".

El carácter aperturista de la actual junta directiva es fiel reflejo de que existe cercanía con la mentalidad de la sociedad actual. El Real Casino se postula y ofrece como "foro para el debate de ideas y estamos intentando que las tertulias, ahora dispersas, tengan aquí un lugar de encuentro", afirma Muiños.

Y entre los proyectos inmediatos, la mejora de las condiciones estructurales del edifico en materia de seguridad. "Lo que nos preocupa en este momento es proceder a la conservación y seguridad del edificio, una tarea que nos va a ocupar los próximos tres años y que absorbe la mayor parte del presupuesto", precisa Muiños.

"Además, estamos empeñados en que el edificio conserve la idiosincrasia arquitectónica de su estilo racionalista", de ahí que se recuperen los elementos que lo definen, caso de los picaportes de las puertas; la cerrajería, mobiliario... y sobre todo las ideas.

La señera institución agasaja al Grupo de Comunicación EL DÍA

Con la intención de transmitir el espíritu de la programación de actos con los que se conmemora el 175 aniversario del nacimiento del Real Casino de Tenerife, la junta directiva de la institución recibió en su sede al Grupo de comunicación EL DÍA, representado por su editora y directora, Mercedes Rodríguez, acompañada en la imagen por el presidente, José Alberto Muiños (izquierda), y el bibliotecario Arturo Trujillo Martín. El almuerzo que tuvo lugar en el restaurante de la sociedad se desarrolló en un ambiente distendido y cordial.