Más que de fichajes, que realmente lo es, el mercado de invierno también podría llevar la etiqueta de "salidas". Al menos para el Tenerife, cuyas operaciones en este período en los últimos años fueron orientadas en mayor medida a aligerar las plantillas que a reforzarlas. Tomando como referencia el tiempo que lleva Concepción al frente del club, el número de bajas supera en ocho unidades al de incorporaciones. Este año, la tendencia parece seguir su curso.

Los planes de la comisión deportiva formada por Cervera y Serrano están claros. Pasan por sumar al plantel a un portero -Dani Hernández es la primera opción, pero no la única-, un jugador ofensivo que se mueva por las bandas -principalmente por la izquierda- y un delantero diferente a Ifrán. Pero el límite de gastos establecido por la LFP obliga al club a quitarse algo de "peso" en la inversión en sus jugadores. Ya lo hizo gracias a la rescisión de los contratos de Cristian y Juan Carlos, y está pendiente de resolver la desvinculación de Jacobo, pero no es suficiente. Por eso igualmente está Uli en la puerta de salida, y podría no ser el único. Maxi Pérez es otra opción para recuperar saldo. Estos pasos deberían acercar los necesarios fichajes, si es que la oferta cuadra con la demanda.