Vecinos y empresarios del casco de Granadilla están alarmados por la proliferación de robos con fuerza y con violencia que se han registrado en los últimos meses en viviendas habitadas, pisos vacíos, centros municipales o espacios públicos.

Un empresario aseguró ayer a EL DÍA que, ante esta situación, lo más preocupante es la sensación de "brazos caídos" que se percibe en la Policía Local y la Guardia Civil para intentar frenar la oleada de delincuencia.

Desde el Ayuntamiento declinaron ayer hacer declaraciones sobre este asunto, pero desde la Concejalía de Seguridad, que preside Guacimara González, confirman que se ha solicitado una junta local de seguridad a la Subdelegación del Gobierno para abordar este asunto. Y eso pasa, fundamentalmente, por unificar y coordinar esfuerzos entre la Policía Local y la Guardia Civil para atajar el problema.

Si hace pocos días unos desconocidos entraron en la parroquia de San Antonio de Padua, donde causaron serios daños en la sacristía y destrozaron el cepillo para llevarse el dinero, la pasada semana accedieron al centro de mayores, situado en la zona de Los Hinojeros, y robaron ordenadores, comida y calderos de grandes dimensiones.

Hace varios meses, en el barrio de Santa Lucía (parte alta del casco), dos individuos tocaron a la puerta de una señora mayor y, cuando les abrió, la empujaron, la golpearon y le robaron dinero que tenía.

Otro de los robos con fuerza se registró recientemente en el Casino del casco, donde los ladrones entraron tras forzar la puerta.

Un delito que causó tristeza entre muchos vecinos mayores de la zona fue la sustracción de la escultura de bronce del Hermano Pedro que estaba en la plaza del Ayuntamiento, supuestamente para venderla por piezas en alguna chatarrería.

En la madrugada del 14 de noviembre, dos jóvenes de 21 años fueron detenidos por la Policía Local tras entrar en la casa de un vecino en la histórica calle El Pino. El dueño de la vivienda se despertó al escuchar ruidos. Y, al llegar al lugar donde estaban los ladrones, le golpearon con una silla en la cabeza.

Al final, dicho ciudadano aportó la descripción de los delincuentes y estos fueron interceptados cuando huían por la avenida Mencey de Abona (desde El Calvario hacia el instituto). La víctima sufrió lesiones leves.

A mediados de noviembre, la Policía Local ya había reforzado su presencia en el casco para intentar frenar ese tipo de delitos. En aquel momento, algunos agentes reconocían que en la zona se estaban registrando muchos robos.

Y en la urbanización de Los Hinojeros y la calle Islas Canarias, muchas viviendas sin vender o sin habitar han sido desvalijadas durante los últimos años de forma casi impune, al sustraer puertas, ventanas, cableado y cualquier otro objeto de valor que tuvieran.

Hace más de un año que ciudadanos de esa zona de viviendas sociales han alertado de la preocupante situación que se registra sin que las fuerzas de seguridad hayan podido frenar el fenómeno.

las claves

Vecinos y empresarios muestran su preocupación por la proliferación de robos de diferentes tipos en la zona del casco urbano y sus inmediaciones en los últimos meses.

El Ayuntamiento pidió ya una reunión de la Junta Local de Seguridad a la Subdelegación del Gobierno para adoptar medidas ante la actual situación.

En los últimos días, ha habido robos en la parroquia de San Antonio de Padua, el centro de mayores o el Casino de Granadilla. Se conocen, al menos, dos robos con violencia en viviendas habitadas.