La selección argentina protagonizó la primera gran sorpresa del Mundial de Catar tras empatar hoy 24-24 con Dinamarca, la vigente subcampeona universal, en una jornada en la que España, Francia y Croacia, las otras tres grandes favoritas, saldaron con victoria su estreno, eso sí, con más apuros de los previstos.

Un gol del central argentino Diego Simonet a falta de quince segundos para la conclusión certificó la proeza del conjunto argentino, que logró igualar en la segunda mitad un marcador (24-24) en el que llegó a contar con una desventaja de hasta siete goles (13-6) en el primer tiempo.

Sin embargo, el carácter irreductible de los "gladiadores", unido al talento de los hermanos Diego y Sebastián Simonet, así como la efectividad del extremo Federico Pizarro, máximo goleador del partido con ocho tantos, permitieron a Argentina llegar con vida a los segundos finales de encuentro.

Momentos decisivos en los que a diferencia del gran Mikkel Hansen, que no fue capaz de atrapar un balón que hubiera dado el triunfo a los daneses, el central argentino Diego Simonet, emergió como un gigante para firmar el definitivo empate (24-24).

Un resultado que sitúa a Dinamarca por detrás en la clasificación del grupo D de Alemania, que mostró su candidatura a la primera plaza, tras imponerse hoy por 26-29 a Polonia, en un choque que los germanos decantaron a su favor en los cinco minutos finales gracias a la efectividad del extremo Uwe Gensheimer y el lateral Steffen Weinhold, autor de nueve tantos.

Tampoco se salvó de los agobios del estreno el conjunto español, vigente campeón del mundo, que se impuso por 38-33 a Bielorrusia, en un choque en el que los de Manolo Cadenas afrontaron los últimos once minutos de juego con un solo gol de ventaja (31-30) en el marcador, lastrados por sus problemas defensivos.

Un tiempo en el que las paradas del joven portero Gonzalo Pérez de Vargas, así como una notable mejoría defensiva, permitieron superar los apuros al equipo español, que demostró, como destacó el propio Cadenas, "su capacidad para jugar un balonmano del más alto nivel cuando se requiere".

Resultado que deja a España en la segunda plaza del grupo A, aunque igualada a puntos con Eslovenia, que encabeza la clasificación, tras vencer por 36-23 a Chile, en un encuentro en el que destacó la actuación del extremo esloveno Dragan Gajic, que firmó nueve tantos.

Dos menos de los que firmó el croata Ivan Cupic, que fue decisivo en la victoria (32-30) del conjunto balcánico, bronce en el último Mundial, sobre Austria, en un choque en el que los centroeuropeos pusieron un serio aprieto a los de Slavko Goluza.

Pero la experiencia y el talento de jugadores como Duvnjak acabaron por dar el triunfo a los croatas, que se sitúan en la segunda plaza del grupo B por detrás de Macedonia, que se impuso claramente por 33-25 a Túnez con diez goles, como no, del cañonero Kiril Lazarov.

También sufrió mucho más de lo pensado Francia, vigente campeona olímpica y continental, para derrotar por 30-27 a una República Checa, que parecía condenada de antemano a la derrota con la ausencia de su gran estrella Filip Jicha.

Un pronóstico que pareció confirmarse con el 16-9 con el que los de Claude Onesta se marcharon al descanso, una renta que los galos, entre los que destacaron Nikola Karabatic y Michael Guigou, dejaron escapar en los minutos finales, eso sí, sin que nunca pareciese peligrar su victoria.

El principal rival de Francia para lograr la primera plaza en el grupo C será, por lo visto en la primera jornada, la selección sueca, que derrotó por un contundente 24-16 a Islandia, gracias al buen hacer del extremo Niklas Ekberg y el pivote Andreas Nilsson.