El 20 de diciembre de 1991 fue cuando la Consejería de Obras Públicas, Vivienda y Aguas del Gobierno de Canarias adjudicó el contrato de redacción del proyecto y la ejecución de las obras relativas a la Estación Depuradora de Aguas Residuales Comarcal del Valle de Güímar. Se tratada de tratar el agua residual de Candelaria, Arafo y Güímar. Hoy, transcurridos 19 años, esta infraestructura sigue siendo muy demandada, a pesar de que estuvo terminada y fue reparada, pero nunca entró en funcionamiento.

Construirla costó el equivalente a casi 600.000 euros (en realidad, fueron 96.397.480 pesetas), cantidad a la que hay que sumar otros 300.000 euros invertidos en una obra de reparación y rehabilitación.

Emplazada en las proximidades de la carretera general del Sur (TF-28), en la zona conocida como Lomo del Caballo, dentro del término municipal de Arafo autopista arriba, se trataba de conectar la depuradora con un estanque ubicado unos 400 metros más arriba. El objetivo era aprovechar las aguas depuradas para el riego agrícola en las medianías de la comarca.

Esta obra tenía como motivo principal "evitar el gran impacto ecológico que supone la contaminación del litoral de toda la comarca debido a los vertidos de aguas residuales sin depurar", producidos en la zona Candelaria-Caletillas, en el Polígono Industrial de Güímar y en El Puertito de Güímar. Asimismo, se pretendía "impedir la contaminación del acuífero subterráneo por los vertidos existentes de aguas residuales urbanas en el casco de Güímar y de Arafo".

La Estación Depuradora de Aguas Residuales Comarcal del Valle de Güímar ha sido objeto de acciones de saqueo y vandalismo con cierta frecuencia, hasta el punto que del equipamiento del que fue dotada esta infraestructura "no quedó nada". Su emplazamiento, la falta de vigilancia, el abandono al que estuvo sometida facilitó la acción delictiva hasta el punto que las autoridades decidieron realizar una actuación de adecuación para su puesta en funcionamiento. Finalmente, tampoco entró en servicio.

El Consejo Insular de Aguas de Tenerife (Ciatf) no ha recepcionado esta obra casi 20 años después de su construcción porque actualmente requiere de mejoras cuyo coste ha sido cifrado en casi 400.000 euros. Cabe recordar que el titular de esta infraestructura actualmente es el Gobierno de Canarias, administración a la que le correspondería realizar la inversión.

Desde los tres ayuntamientos de la comarca Sureste del Valle de Güímar han sido insistentes, especialmente por parte de los grupos en las oposiciones de Candelaria, Arafo y Güímar, a la hora de reclamar la puesta en funcionamiento de la EDAR. Sin embargo, siempre se han tropezado "con excusas y falta de interés en las esferas supramunicipales".

En la actualidad, son más de cinco millones de litros de aguas residuales las que se vierten al mar en la comarca del Valle de Güímar. La propuesta dada a conocer anteayer para construir en este enclave de Arafo, por parte de la empresa que promueve la central geotérmica en los barrancos de Güímar, una depuradora en la zona está a la espera de obtener el beneplácito de la Administración insular.

Parte de la multa

Uno de los motivos por los que la Unión Europea abrió expediente sancionador a España debido a los vertidos al mar es la situación que se vive en el Valle de Güímar. Precisamente este hecho es lo que impulsó al Cabildo a tratar de acelerar el proceso de rehabilitación y puesta a punto de la Estación Depuradora de Aguas Residuales Comarcal del Valle de Güímar para su entrada en funcionamiento, ya que la cuantía de la sanción puede aumentar. Sí se Puede ha cifrado en más de 500 millones de litros de aguas residuales los que llegan al mar en esta zona de la Isla. Casi 20 años después, la situación ha empeorado en el Valle de Güímar.