El mundo del motor tinerfeño despidió ayer a uno de los suyos. Al piloto Néstor Jorge, sin duda uno de los grandes de la historia del motociclismo canario. A su última carrera, este miércoles, no faltaron decenas de moteros, muchos de ellos amigos personales, o admiradores de sus gestas. Nacido en septiembre de 1975 (39 años), Jorge se interesó desde niño por las motos, hasta el punto de que, cuentan, fue antes de los diez años cuando hizo sus primeros pinitos con una de ellas.

Años más tarde empezó a triunfar. En categorías diversas, primero; en el motocross, después. Pero, sobre todo, en el supermotard, la categoría que lo llevó a lo más alto, y que él también contribuyó a engrandecer con su pilotaje valiente. Una carrera en Austria, en 2008, en su etapa en el Team Yamaha Evolution, lo truncó todo. Sufrió una caída, un compañero lo atropelló y aquello le dejó lesiones de las que nunca se recuperó.

A partir de ahí, sus padres hicieron lo imposible, y hasta más, para recaudar fondos, llevarlo a los mejores centros de rehabilitación y, en definitiva, recuperar al joven alegre al que durante años fue habitual ver por el barrio lagunero de San Benito, donde tenía su negocio: Magic Motor Bike. Su punto de encuentro con muchos amigos. Los mismos que ayer quisieron estar junto a él.