Las principales plazas europeas aplaudieron ayer el programa de compra de deuda de 60.000 millones de euros mensuales, hasta 2016, que anunció el Banco Central Europeo (BCE) y que ha propiciado ganancias generalizadas en las plazas del Viejo Continente.

La mayor revalorización ha correspondido a Milán, que se ha anotado un 2,44 %; seguida de Madrid, un 1,70 %; París, un 1,52 %; Londres, un 1,02 % y Fráncfort, un 1,32 % (nuevo máximo histórico).

Ganancias todas que se han conseguido después de que el presidente del BCE, Mario Draghi, anunciara un nuevo plan de compra masiva de deuda tanto pública como privada de 60.000 millones de euros mensuales, que no ha decepcionado al mercado.

Y eso que en la apertura y tras las ganancias generalizadas de la sesión previa, las bolsas europeas afrontaban el día clave, el de la reunión del BCE, con cautela.

Una cautela que lleva a algunos mercados como Madrid, Milán o Londres a registrar ganancias moderadas en la apertura, mientras que Fráncfort y París amanecían planos.

No obstante, poco a poco iba transcurriendo la sesión, y a la espera de conocer la decisión del BCE, las bolsas de los países periféricos subieron con más fuerza, algo que también quedó demostrado en la cotización de las primas de riesgo, que cayeron con más fuerza.

Entre ellas, la de Grecia, país que previsiblemente, centrará la atención a partir de hoy, ante las elecciones del domingo.

Estando así el mercado, a media sesión, el presidente del BCE anunció finalmente un programa de compra de deuda pública y privada por 60.000 millones al mes, una operación que empezará en marzo y finalizará en septiembre de 2016.

Los analistas acogieron de forma positiva el anuncio del nuevo plan del BCE y aseguraron que Draghi ha logrado superar las expectativas, algo que quedó demostrado en los mercados, que lo celebraron apuntalando las subidas que ya suman en la semana.

Para determinados expertos en la materia, este programa es un paso decisivo y fuerte que aumentará el flujo de dinero en las economías y debería activar el crédito.