Que estamos en la época digital por excelencia ya no es noticia ni novedad. Que comienzan a surgir nuevas enfermedades sí. Es el caso del denominado ‘Tecnoestrés’ un trastorno que padecen algunas personas que trabajan intensivamente con ordenadores, móviles o dispositivos electrónicos. En este sentido una encuesta de Intel determina que el 40% de los usuarios permanece las 24 horas del día conectados a sus dispositivos y que 8 de cada 10 duermen con su teléfono móvil a su lado. Además las consultas por este tipo de estrés han crecido el 20% durante los últimos 5 años. Y es que nos cuesta vivir sin los dispositivos electrónicos: smartphones, tablets, ordenadores… a cuanta más tecnología, más probabilidades de vivir tecnoestresados. De hecho, según el Observatorio Permanente de Riesgos Psicosociales de la UGT, el tecnoestrés es un tipo de estrés provocado por la exposición continuada al uso de nuevas tecnologías de información y comunicación como Internet, los móviles, la televisión digital o el teletrabajo. Hay cifras que ponen de manifiesto la gravedad de esta nueva patología, por ejemplo, en Europa el 21% de las personas se despiertan alguna vez o de forma obsesiva por la noche para consultar su teléfono móvil, según datos ofrecidos por NetApp.

El término fue acuñado por el psicoterapeuta Craig Brod para definir una enfermedad generada por la incapacidad de enfrentarse a las tecnologías de un modo saludable. En este sentido no faltan decálogos de consejos para luchar contra el fenómeno (afirma Carlos Martínez, director de IMF Business School) descansar 10 minutos por cada hora de trabajo frente al ordenador, emplear el teléfono móvil con moderación, escribir a mano y no solo en el teclado o reducir los malos hábitos posturales son medidas que contribuyen a frenar el trastorno y es que 2 de cada 3 personas confiesa tener problemas con los aparatos digitales y una de cada tres admite haber sufrido estrés laboral con las nuevas tecnologías, según se extrae del libro ‘Tecno-Estrés’ (del autor José María Martínez Selva).

El tecnoestrés provoca problemas en el sueño, dolores de cabeza, dolores musculares y trastornos gastrointestinales entre otros… Los síntomas más habituales para detectar si una persona podría estar tecnoestresada son: la irritabilidad, la reticencia a recibir instrumentos sobre el uso de la tecnología, sueño muy pesado o consulta continuada del email.