Fue objeto de debate plenario, incluso se trasladó a los medios de comunicación, pero la realidad es que los mascarones que regresaron dañados a Santa Cruz de La Palma después de ser cedidos por el ayuntamiento a la feria Pinolere, en La Orotava, se reparan con apenas 470 euros.

A la prestigiosa feria celebrada el pasado mes de septiembre se cedieron los mascarones de La Luna de Valencia, Biscuit, las Mendozas, las Brujas, Asmáticos, Enanito, El Gordo y El Flaco y una pareja de gigantes. Algunos de ellos regresaron con desperfectos, lo que reconoció la concejal de Fiestas y vicepresidenta del Patronato de la Bajada, Marta Poggio, a preguntas en pleno de la oposición, en el mes de noviembre.

Los mascarones presentaban golpes con pérdida de pintura, grietas y algunos desperfectos en detalles decorativos. El técnico externo al ayuntamiento que se encarga de arreglar este tipo de elementos cifró la reparación en 470,80 euros.

El ayuntamiento reclamó los daños a Pinolere, que en una carta remitida al ayuntamiento advirtió de que los mascarones de la feria salieron "en perfectas condiciones, sin daños", por lo que las roturas se produjeron en el transporte de regreso a la Isla, responsabilidad de traslado que asumió el Cabildo de La Palma. De todas formas, la organización de la feria, a la que le costó más de lo debido localizar a la institución insular para que asumiera la factura, expresó su firme voluntad de cubrir, en casi de que fuera preciso, el costo de la reparación.

Marta Poggio explicó que "el Cabildo se ha puesto en contacto recientemente con nosotros para informarnos de que ellos pagan el arreglo", aunque para la responsable de Fiestas "lo importante es que los mascarones estarán acabados para la Bajada de la Virgen, que es lo que me preguntaba"...