La vecina de Candelaria de 55 años acusada de intentar matar a su marido en noviembre del 2013 aceptó ayer una pena de dos años de prisión, después de que la representante del Ministerio Fiscal y el abogado defensor, Rafael Bermejo, llegaran a un acuerdo de conformidad, fundamentado en la levedad de las lesiones causadas con un arma blanca. Dicha decisión tuvo como consecuencia que no llegara a celebrarse el juicio y que el asunto fuera despachado por los tres magistrados de la Sección VI de la Audiencia Provincial en pocos minutos.

El escrito de acusación de la Fiscalía solicitaba cinco años de prisión para M.C.T., así como una indemnización de 1.000 euros para la víctima.

El letrado de la Defensa explicó ayer que "ya hubo una propuesta de rebaja de la pena por parte de la Fiscalía", pero el representante de M.C.T. no estuvo conforme con la misma.

Y ayer, antes de empezar la sesión, el abogado de la Defensa planteó un nuevo acuerdo, que consistía en dos años de prisión, y la fiscal, tras realizar la consulta correspondiente, lo ha aceptado", señaló Bermejo Meseguer.

La única persona que intervino pocos segundos ante el Tribunal, la víctima, renunció a su indemnización, cifrada en 1.000 euros.

El letrado defensor recordó que, al no ser una condena superior a dos años de cárcel y carecer de antecedentes penales, "se puede solicitar la suspensión de la pena". "Y eso es lo que voy a solicitar a continuación", comentó Rafael Bermejo.

El abogado explicó que, si le conceden la suspensión de condena, la acusada quedará inmediatamente en libertad. Y, en caso contrario, "teniendo en cuenta que lleva en prisión provisional un año y casi tres meses, es decir que tiene casi cumplidas las dos terceras partes de la condena, podría acceder en breve al tercer grado e, incluso, a la libertad condicional", aseveró el letrado.

En opinión de Rafael Bermejo, el hecho por el que ayer se enjuiciaba a la procesada fue "puntual".

Además, recordó que, hace años, sí hubo una condena por malos tratos, "pero de él hacia ella".

A juicio del abogado de la Defensa, la acusada no era consciente de lo que estaba ocurriendo. Cabe recordar que, en el momento de apuñalar a su marido, la mujer estaba bajo la influencia de bebidas alcohólicas y, además, de los fármacos que tomaba por su enfermedad psíquica desde hacía casi 15 años. Y fue su marido el que le puso el cuchillo en la mano a ver si se atrevía a cumplir su amenaza de matarlo.