Un mes y una semana lleva el Mercado de La Abejera abierto, pero pocas abejas-vecinos se dejan caer por el recinto. Así lo explicaron ayer varios de los comerciantes de esta recova, cuya palabra elegida para calificar este arranque ha sido "flojito".

"Vienen más de otros barrios y de Santa Cruz que de García Escámez", opinaban Carla Quintana y Quilla Orozco en la cafetería. Este mismo pensamiento lo comparten el resto de comerciantes entrevistados por EL DÍA, que no saben a qué achacar la carencia de los clientes más cercanos.

"Los precios están muy bien y también la calidad", considera Vanessa Gallén, de la carnicería. Ella reconoce que incluso recorta el beneficio: "No vengo a llenarme el bolsillo", dice.

No obstante, la carnicera añade, para ser justos, que hay cerca de "20 personas fijas" del barrio de García Escámez que han integrado a La Abejera en su circuito de compra diario.

El problema no parece estar en la calidad ni en los precios, sino en las circunstancias de los propios vecinos del barrio: jubilados, personas mayores, desempleados...

Los comerciantes, como la panadera Meli Mugica, lo siguen intentando. "Hacemos sorteos, los sábados tenemos música en vivo, hay un mercadillo fuera... pero nada". La oferta que tenía ayer Meli eran cuatro sobaos o ensaimadas por un euro, por poner un ejemplo de los precios.

La carnicería ofrecía ayer la hamburguesa cien por cien ternera por 3,60 euros el kilo y anunciaba que por cada 10 euros de compra había "regalo seguro". Esta es una oferta común en los 13 puestos del mercado, tal y como se recoge en los panfletos que han editado los comerciantes del mercado para dar a conocer su oferta y su ubicación. Han intentado también poner carteles en la carretera, pero se encuentran con problemas de competencias entre Cabildo y Ayuntamiento.

A los comerciantes no les falta ilusión. Quilla desde la cocina de la cafetería igual ofrece comida típica canaria que prepara pinchos más creativos, mezcla de diferentes culturas, para ofrecer los sábados en el aperitivo, como "unos chupetes de morcilla con polvo de millo".

El arranque de La Abejera fue más que bueno. Los comerciantes recuerdan que tuvieron "dos semanas buenísimas" y luego llegó la cuesta de enero y la espera "a ver si los vecinos se van animando".

El mercado ayer, sobre las 10.30 horas, estaba prácticamente vacío, si exceptuamos una excursión de chicos del colegio Hermano Pedro. Los vecinos, que tanto demandaban el Mercado, son precisamente a los que más se echa de menos.