La parada "preferente" del Hospital General de La Palma se inauguró ayer, lo que supone que las personas que se van del centro sanitario en transporte público, muchas de ellas de avanzada edad, ya no tendrán que esperar la guagua a la intemperie, expuestos al frío y a la lluvia, tal y como ha ocurrido desde que se inauguró el inmueble hace 15 años.

La parada, que costó más de 300.000 euros y ocupa una superficie de 246 metros cuadrados, dispone de una sala con doce asientos (contados), desde los que se observan a través de cristaleras las guaguas al llegar, con vestuarios adaptados a las personas con movilidad reducida y un exterior amplio, quizás hasta llegar a ser excesivo, y techado. Es una pequeña estación, en la que también se encuentra un local para la puesta en marcha de un quiosco para la venta de flores, prensa, golosinas y bombones, un servicio que aún no está en marcha por los informes jurídicos en contra de que sea cedido directamente a la plataforma de discapacitados para su gestión, tal y como pretendió el gobierno insular. La ley tiene a veces esas cosas...

¿Qué había antes? Poca cosa. Un banco de metal semitapado por encima, expuesto a todo tipo de inclemencias meteorológicas, otro de cemento sobre la acera, sin que ni tan siquiera existiera un mínimo espacio donde los usuarios pudieran hacer sus necesidades. Es decir, una marquesina y no de las buenas. Lo lógico con lluvia y un poco de viento era enfermar, sobre todo porque el hospital general se ubica en un espacio rural, Buenavista, tan bonito como frío. En invierno es "mortal".

"Ha tardado mucho tiempo en llegar, pero mejor vamos a olvidar el pasado...". La reflexión fue del alcalde de Breña Alta, Blas Bravo, siempre deja frases muy propias, que estaba presente en la inauguración del acto junto al vicepresidente del Cabildo de La Palma, Carlos Cabrera, y el consejero insular de Infraestructuras, Jorge González. La primera institución cedió el terreno y la segunda hizo la obra. El propio Cabrera, responsable también de Transporte, calificó de "grave" el problema que hasta ayer existía con la vieja zona para la parada de las guaguas.

La nueva estación también es de agradecer por los propios conductores de las guaguas. La anterior parada estaba ubicada, aunque cueste creerlo, sobre la acera y en medio de una rotonda, por lo que las maniobras no eran las más cómodas. Ahora, al contrario, la zona destinada para que paren los vehículos tiene dos andenes y se encuentra, como es lógico, fuera de la calzada.

El cambio: de estar a la intemperie a esperar bajo techo

Las dos imágenes reflejan la evidente mejora en el servicio que se presta desde ayer a los usuarios que esperan por una guagua para desplazarse desde el Hospital General de La Palma. Están situadas a menos de cien metros entre sí, y parece difícil de creer que la primera, sobre una acera y en el medio de una rotonda, se haya mantenido operativa durante nada menos que quince años.