Como saben mis queridos lectores, y haciendo una comparativa empezando por el capítulo de santos, concluiremos que Tenerife le gana a Las Palmas (perdón, Gran Canaria, que me coge Bravo de Laguna y me cruje) por la mínima de 2 a 1, pues nosotros tenemos al santo Hermano Pedro, de Vilaflor, y al lagunero san José de Anchieta, mientras que los de la isla de enfrente solo tienen uno, que es "san Cocho", patrón del gremio de los chefs canariones.

Bueno, en realidad tenemos dos santos y medio, pues es de justicia decir que la Siervita de Dios, la monja sauzalera María de Jesús León Delgado, entró a principios del siglo XVIII en el convento de clausura de Santa Catalina de Siena, de la orden dominica, que se encuentra en la plaza del Adelantado, de la ciudad de Aguere, y que ya está en Roma la causa o proceso de su canonización, estándose a la espera de comprobar que la misma haya hecho un milagro, y he aquí que ese milagro ya se ha obrado.

Al hilo de ello, Roma (Departamento de la Causa de los Santos) pregunta: ¿cuál es el milagro que se atribuye a la monjita nacida en El Sauzal?, contestándose por los miembros de la causa en La Laguna que el milagro es: ¿cómo es posible que una persona que ha estado durante más de tres siglos a escasos metros del Ayuntamiento esté incorrupta? Ahí, Roma, está el milagro que le faltaba a la Siervita de Dios, y es por ello por lo que digo que más pronto que tarde el resultado final sería un sonrojante 3-1.

También les ganamos en lo que atañe a obispos, pues nosotros tenemos al güimarero Domingo Pérez Cáceres y al actual obispo palmero Bernardo Álvarez Afonso, sobrino de Leoncio Afonso, catedrático palmero que dio Geografía en el Instituto de Canarias, hoy Cabrera Pinto, que le faltan un par de años para cumplir el siglo y que para desconsuelo suyo el médico le ha prohibido que fume puros.

Siguiendo con la comparativa, habría que decir que en cuanto a Universidades tenemos un empate, con la matización de que la de Gran Canaria tiene de existencia cerca de dos décadas, mientras que de La Laguna -que realmente se llama de San Fernando- es bicentenaria, aparte de otra particularidad que me parece digna de tener en cuenta: Las Palmas es una ciudad que tiene Universidad y La Laguna es una ciudad universitaria.

En otro artículo seguiremos desarrollando esta comparativa, que podrá tener de todo excepto acritud.