El grupo yihadista Estado Islámico (EI) secuestró ayer a 78 personas, 15 trabajadores de una compañía estatal de petróleo en Kirkuk y 63 campesinos cerca de Tikrit, en el norte de Irak, según informaron fuentes oficiales a Efe.

Una fuente de la Policía iraquí explicó a Efe que combatientes del EI que atacaron ayer Kirkuk ocuparon varias horas un campo de petróleo administrado por la compañía North Oil Company (NOC), situado a 25 kilómetros al sureste de la ciudad y de donde se llevaron a los 15 trabajadores del lugar.

Cuando las fuerzas de la región autónoma del Kurdistán, los "peshmergas", recuperaron el control del campo no hallaron a los trabajadores que se encontraban en el lugar.

Asimismo, el grupo yihadista secuestró a 63 pastores y agricultores, la mayoría de ellos del clan tribal Al Yabur, en las poblaciones de Al Alam, Al Dur y Al Buayil, al oeste de Tikrit, capital de la provincia de Saladino.

La fuente precisó que los secuestrados fueron trasladados a un lugar desconocido.

El Estado Islámico aprovechó ayer el mal tiempo reinante en el norte de Irak para lanzar una amplia ofensiva contra la localidad de Kirkuk, que lograron contener las fuerzas kurdas. Los "peshmergas" recuperaron en varias horas las zonas que habían caído bajo el control de los yihadistas.

Los choques dejaron decenas de muertos en las filas del EI y ocho fallecidos entre las fuerzas kurdas, incluido un general, así como 50 heridos.

El EI proclamó el verano pasado un califato en amplias zonas de Siria e Irak, que logró controlar con una rapidez que sorprendió tanto a las autoridades locales como a la comunidad internacional.

Desde entonces, el grupo yihadista ha intentado ampliar el territorio bajo su mando.

Las Unidades de Protección del Pueblo, milicias kurdo-sirias, anunciaron ayer que han recuperado el control de dos nuevas zonas de la periferia del enclave kurdo sirio de Kobani, donde por primera vez los yihadistas reconocen que han retrocedido.