El deseo de cambiar las barreras electorales del Archipiélago -"las más altas del mundo"- llevó al Pacto por la Democracia en Canarias (un movimiento integrado por 13 partidos entre los que se encuentran Nueva Canarias o el Centro Canario Nacionalista) a presentar semanas atrás una propuesta de modificación. El suyo sería un Parlamento de 68 diputados, con una nueva distribución de la cuota por islas que llevaría a que Tenerife y Gran Canaria tuviesen 19 diputados cada una en lugar de los 15 actuales, y, sobre todo, elegidos con una única barrera electoral insular del 3%.

Aunque nada hace pensar que la iniciativa vaya a salir adelante, ¿qué hubiese pasado si las elecciones de mayo de 2011 se hubieran celebrado sobre esas condiciones?, ¿cómo afectaría una medida de ese tipo a la Cámara regional? La respuesta es que, en el caso de los últimos comicios autonómicos, las repercusiones no habrían sido mayúsculas, pero sí hubiesen tenido algunos efectos: la pérdida de peso específico de las grandes formaciones, el crecimiento en dos diputados de Nueva Canarias (NC) y la entrada en la Cámara del Partido Progresista Majorero (PPM), de Domingo González Arroyo.

En las bancadas nacionalista y popular se sentarían 23 diputados sobre los 21 con los que ahora cuenta cada una. Mientras tanto, el Partido Socialista (PSOE) no subiría dos escaños, sino uno (de 15 a 16); NC experimentaría el ascenso anteriormente descrito, y el PPM tendría un representante.

En el caso tinerfeño, los cuatro diputados extra se los repartirían a partes iguales entre CC, PP y PSOE, así como con NC, que en 2011 no logró cuota por esta circunscripción. En Gran Canaria cada uno de los partidos que hoy tienen representación (PP, PSOE, NC-NGC y CC-PNC-CCN) aumentarían un diputado. Si en La Palma, La Gomera, El Hierro y Lanzarote no hay cambios, en Fuerteventura el PSOE perdería un escaño que iría para el PPM.

En otro sentido, y aunque no alcanzan el número mínimo de votos para conseguir un diputado, en dos casos hay formaciones que no conseguían superar la barrera y que en este otro supuesto sí lo lograrían. Le pasa a ACSSP (4%) en Tenerife y NC-NG/SxG (4,3%) en La Gomera.

Pero una cosa es suponer sobre 2011 y otra, aplicar ahora ese sistema. Con la crisis de los grandes partidos y la consiguiente fragmentación del voto, una única barrera insular del 3% permitiría que algunas formaciones pequeñas aumentasen la posibilidad de obtener algún diputado, al igual que también podría incrementarse el interés de los votantes en apoyar a esas fuerzas.

EL HIERRO

LA PALMA

LA GOMERA