El que administra la guerra no puede administrar la paz. Esta vieja frase resume lo que está ocurriendo en estos días en los partidos políticos con las listas electorales. Estamos en el momento crítico del "quítate tú pa ponerme yo". Las listas de candidatos a las elecciones son listas de guerra. Nunca contentan a casi nadie.

Y no me refiero a las grandes listas, las de relumbrón, que si Cabildos o Gobiernos. Esas son listas de cirugía, de hilar fino con el bisturí político. Imagínense las listas en ayuntamientos y pueblos pequeños, donde todos se conocen. Primos y hermanos están afiliados a diferentes partidos, y peleados unos con otros. Las comidas de los domingos acaban en trifulcas con la presencia de la policía local.

Pueblo chico, infierno grande. Lista chica, rebumbio servido. Los aspirantes a ser listados pululan por las esquinas conspirando y vendiendo favores al que mece la cuna para poder estar bien situados. En muchos casos el sueldo de los próximos cuatro años depende del trabajo de estos dos meses.

El juego del "quítate tú pa ponerme yo" hay que saber jugarlo a lo zorro. Hay que moverle la silla al otro sin que se dé cuenta. Y que cuando se dé cuenta no sepa de dónde vino el "viaje". Esto es política, amigos. Bienvenidos al circo.

@sdnegrin