Lo advertía hace una semana, en esta misma página, Jorge Bethencourt. Mientras el Gobierno de Canarias ha estado entretenido en otros menesteres, léase rechazar los sondeos para averiguar si hay petróleo cerca de las Islas o buscarle las cosquillas al ministro Soria -algunas de ellas con razón-, en Baleares han logrado colar en el consejo de administración de la empresa pública AENA a dos representantes. Una cuestión que tal y como apuntaba Bethencourt no es baladí, pues "el turismo factura en Canarias 12.000 millones de euros. Y los aeropuertos son una pieza fundamental en este negocio. Pero no solo no estaremos presentes en los futuros órganos de control de los aeropuertos canarios -subrayaba-, sino que quienes sí estarán serán dos significados y prestigiosos representantes de las Islas Baleares, nuestra principal competencia turística". ¿Y qué ha hecho Canarias para merecer este trato tan discriminatorio? Pues, en primer lugar, tener unos políticos que no están a la altura de las circunstancias, cortos de miras, más preocupados de conservar el sillón de su poltrona que de velar por los intereses de todos los canarios. Porque de nada sirve alzar ahora la voz para manifestar una oposición "rotunda" a la privatización de AENA si hasta la fecha se ha estado callado y sin mover ningún hilo donde se cocinan estas cosas. Y, segundo, Canarias carece del suficiente músculo empresarial para afrontar un viaje de este calado. Para darse cuenta basta con ver quién son los dos representantes baleares.

No obstante, como todas las monedas tiene, su cara y su cruz, también hay motivos para no tirar la toalla y continuar luchando por el objetivo de que Canarias obtenga el reconocimiento que se merece. Prueba de ello son los resultados obtenidos, al menos en lo que se refiere a contactos, por los representantes de las Islas en la Feria Internacional de Turismo celebrada a lo largo de esta semana en Madrid. Habrá que esperar a ver cómo se materializan las gestiones realizadas durante estos días, pero, en principio, las sensaciones con las que vuelven la mayoría de ellos son buenas. Por atractivos que no sea. Así quedó reflejado en el suplemento especial que este periódico repartió el jueves en el recinto ferial de la capital de España, como parte del despliegue efectuado por el Grupo de Comunicación EL DÍA en Fitur. Lo que se necesita es mejorar la conectividad de las Islas con la Península. Un problema con fácil solución si se reducen o suprimen las tasas aeroportuarias, pero que ha encontrado en el Ministerio de Fomento un auténtico muro de hormigón armado.

Los problemas de Santa Cruz, según se deduce de su último pleno, no van más allá de si se mantiene o derrumba el edificio de aparcamientos construido en Las Teresitas, también denominado "mamotreto". Los grupos políticos con representación municipal deberían reflexionar un poco, aunque sea solo un poco, antes de continuar con este espectáculo que se comenta por sí mismo.