A José Manuel Bermúdez, alcalde de Santa Cruz, no tiene problemas en confesar que le "encanta" el Palmétum. "Voy casi todos los sábados", confiesa. Aprovecha estos días en los que la agenda institucional se aligera para saludar a los visitantes que se acercan al jardín botánico que recientemente ha cumplido un año desde su inauguración por los Príncipes (hoy Reyes) de España.

¿Ha costado mucho poner a punto el Palmétum para que todos los chicharreros lo puedan disfrutar?

Ha costado muchísimo. Desde que surgió la idea del Palmétum hasta que se abrió han pasado 18 años. Era una empresa en la que participaron varias corporaciones, muchos técnicos... Al final la perseverancia y la búsqueda de recursos en el exterior, sobre todo en otras administraciones públicas, han hecho que hoy sea una realidad.

¿Qué es lo que se va a encontrar una persona que visite por primera vez el Palmétum?

Ayer una periodista que fue por primera vez me dijo que se quedó alucinada. Esa es una buena metáfora de qué es lo que siente una persona cuando llega allí. Nadie se imagina encontrar un espacio tan grande con tantas cosas que ver. Se van a encontrar pequeños lagos, animales que van de paso. Se van a encontrar una de las mejores colecciones de palmeras del mundo. Y un espacio donde nos va a dar una perspectiva diferentes de la ciudad desde diferentes ángulos: de la refinería y del mar, del parque marítimo... Merece la pena porque sorprende.

¿Ha obtenido algún reconocimiento el Palmétum?

Naciones Unidas nos pone como ejemplo de buenas prácticas en materia medioambiental. Ese reconocimiento nos anima a seguir trabajando porque el Palmétum es un espacio único. No hay muchos espacios en el mundo que por un lado den al mar y a una Refinería, que por otro lado den a un Parque marítimo, a un Auditorio y a una ciudad en su parte trasera, a un recinto que es centro de convenciones y congresos y en su parte delantera, al mar. Todo eso encima de una montaña de basura. Es muy difícil encontrar un espacio como ese en el mundo.

¿Cuál es el futuro del Palmétum?

Por un lado, insistir en que sea más conocido. Si el año pasado fueron casi 30.000 visitantes, este año el objetivo es multiplicar esa cantidad. Más conocido, más visitado tanto por los chicharreros como por las personas que no viven en Santa Cruz. Nuestra intención es que sea un pequeño centro de investigación en el mundo de la botánica, en el mundo de las palmeras. Ya hay conversaciones previas con la ULL con la idea de montar un pequeño centro de investigación, demostrativo, que se nutra de proyectos de investigación apoyados por los ministerios correspondientes o bien por la UE. Ese es un camino que todavía tenemos que explorar. El concepto de Palmétum, de jardín botánico, tiene su justificación por la posibilidad de ser un centro de investigación.

¿Con qué otros espacios verdes cuenta la ciudad para seducir al turista?

Tiene una masa arbórea y de parques y jardines de las mayores de todo el estado español como ciudad en relación con el número de habitantes que tiene. En el Suroeste te puedes encontrar más de una decena de parques solamente en un distrito, pero sin duda el mayor reclamo turístico que tiene la ciudad en materia de parques, quitando al Palmétum, es el parque García Sanabria. Es muy visitado por los turistas.

¿Y Anaga?

El Macizo de Anaga es un gran parque abierto. Es una gran joya que tiene Santa Cruz y que tienen los vecinos de Anaga. Tenemos la esperanza y la firme convicción de que este año va a ser el año en el que Anaga va a ser declarada por la Unesco Reserva Mundial de la Biosfera.

El Palmétum ¿es la historia de un milagro ecológico?

Así está reconocido a nivel internacional. Porque un milagro tiene que ser que se convierta una montaña de basura en un parque extraordinario. Eso es un milagro y demuestra lo que es capaz de hacer el hombre. Convertir lo feo y lo inútil en algo bonito, productivo y útil.

¿Qué tiene que hacer alguien que desee visitar este jardín botánico?

Puede acudir directamente a la taquilla del Palmétum y adquirir su entrada (el horario de invierno es de 10:00 a 18:00 horas, de lunes a domingo). Los precios de las entradas son 6 euros los adultos y 2,80 los menores de 12 años. Para los residentes, son 1,5 euros los adultos y uno los mayores de 65 años y menores de 12. Los discapacitados, familias numerosas y desempleados no pagan.