Hace dos años, la Asociación Empresarial Canaria de Gestores Inmobiliarios apuntaba que cerca del 25% de las ventas de pisos en las Islas se pagaban al contado, un repunte -entonces- que asombraba por el volumen que había alcanzado. Este mes, el portal especializado fotocasa publicó una encuesta que sitúa en torno al 33% el peso de las compraventas que se pagan de contado en todo el país, pero tanto la Asociación Profesional de Inmobiliarios como el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria estiman que el porcentaje oscila entre un 35% y un 40%, respectivamente.

"La proporción se acerca más a cuatro de cada diez operaciones", apunta el tesorero del Colegio Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, Juan Bartolomé Méndez. Así fue en 2014 y recuerda que en 2013 ya hubo un primer repunte de estas operaciones, que augura que se estabilizarán este año. De hecho, la primera venta de 2015 de su empresa fue de contado, aclara.

En cambio, el delegado territorial en Canarias de la Asociación Profesional de Inmobiliarios, Isidro Martín, cree que el peso de este tipo de operaciones, si bien ha ido aumentado en los últimos años, aún no es tan alto. En el Archipiélago, los pagos de contado "se dan en más de un tercio de las ventas, pero son menos del 40%", explica.

La diferencia entre ambos expertos es más bien reducida y los dos están de acuerdo en que las ventas de este tipo han ido en aumento. ¿Por qué? Para Méndez, el ritmo creciente se justifica en que los compradores encuentran oportunidades -recuerda que el retroceso de los precios inmobiliarios en Canarias es del 40% desde 2007- y explica que la mayoría de quienes optan por esta forma de realizar el pago "no son inversores, sino gente que se negó a comprar con los precios altos y busca una casa para vivirla".

En concreto, explica que se trata de un cliente que dispone de un dinero que no renta en el banco y que está convencido de que la bajada de los precios "no puede seguir", sino que espera una estabilización en el corto plazo y una subida a largo plazo.

Martín está de acuerdo: son los pequeños inversionistas quienes emplean más esta fórmula. El motivo principal es el bajo rendimiento del dinero en los bancos. "El plazo fijo no da nada de nada: un 2% o 3% en el mejor de los casos, por lo que prefieren invertir sus pequeños ahorros para evitar que la banca les penalice".

Pero a diferencia de Méndez, Martín asegura que la principal finalidad de las casas compradas de esta manera no es la de servir de vivienda habitual, sino la de lograr un rendimiento que el dinero no es capaz de producir.

"Compran con la intención de arreglar el piso, lo alquilan y esperan obtener una plusvalía en un par de años", indica.

Y es que este tipo de operación puede "salirles a cuento": incluso en operaciones entre 40.000 y 70.000 euros, el beneficio por el arrendamiento puede alcanzar entre el 4% y el 5%, el doble de lo que produce el mejor de los depósitos bancarios.

Pero ambos están de acuerdo que quienes están dispuestos a pagar de contado no buscan -de forma mayoritaria- locales comerciales ni oficinas.

"Los locales se buscan solo para alquilarlos", apunta en coincidencia con Martín, que explica que el comprador de oficinas y locales, además de ser minoritario, "pide que también le des el inquilino".

Méndez apunta que este tipo de ventas se da más entre canarios que viven -o retornan- de Venezuela y entre extranjeros -alemanes y centroeuropeos de forma principal, pero también entre italianos-. En este último caso, es la segunda vivienda y buscan aprovechar los precios tras un seguimiento durante los años previos.

Por su parte, Martín estima que cerca de la mitad de quienes pagan de contado son extranjeros y coincide con Méndez en que se trata de "cazadores de oportunidades".

La banca y las "oportunidades" del mercado

Al comprobar el auge de las operaciones de contado surge la duda de qué oportunidades encuentran los compradores. La banca, que tiene aún mucha propiedad pendiente de liquidar proveniente de embargos, admite que uno de los motivos que la llevó a engordar los inventarios -aparte de la caída de los precios- es su mala calidad -de ahí la creación de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), conocida como la "banca mala"-. Martín, que explica que muchas empresas del sector también venden propiedades de la banca, admite que existe "bastante quincalla", en alusión a pisos que quedaron sin acabar o casas mal ubicadas.

"Pero hay inversionistas que arriesgan, compran y las terminan" convencidos de que harán un buen negocio, explica. Asegura que hay productos en el mercado provenientes de la banca que "valen la pena", algunos "infravalorados", por lo que se venden "bien". Este tipo de propiedad supone un 30% del total; otro 20% es de un rango "medio-medio"; a otro 20%, hay que "rectificar" el precio y, al final, hay un 30% de "quincalla".

En el mercado secundario, indica Martín, aún cuesta mentalizar al propietario de que debe bajar el precio para vender, "pero ahora hay más dispuestos a oír ofertas y ajustar", asegura.

El 33% en todo el país

Según la última encuesta realizada por el portal inmobiliario fotocasa.es -Perfil del comprador de vivienda en 2014-, el 32% de los españoles que compró una propiedad en 2014 la pagó al contado, frente al 62% que la obtuvo mediante una hipoteca y otro 6% que asegura que pudo acceder a una vivienda de propiedad el año pasado gracias a otras fórmulas de financiación -herencias, préstamos o donaciones, entre otras-.

El estudio de fotocasa.es revela que el grupo de edad mayoritario que invirtió en vivienda en España en 2014 fue el comprendido entre los 35 y los 44 años (38%), seguido de los que tienen entre 25 y los 34 años (26%) y los que cuentan entre 45 y 54 años (24%).

En cuanto al uso que se le da a la casa así pagada, un 67% la compró como primera residencia, seguido del 16% que asegura que lo hizo como inversión y para poder contar con patrimonio en el futuro y un 15% que asegura que la adquirió para disfrutarla como segunda residencia.